Opinion | 23 Dic La tecnología está generando una serie de cambios en el comportamiento de las personas, la forma como se relacionan y comunican. Por su gran desarrollo y alto impacto de llegada en la población de muchos países Internet se ha establecido como un gran espacio de interacción entre las personas, instituciones y empresas.
Nada indica que eso vaya a cambiar, sino por el contrario, las nuevas generaciones cada vez son más proclives al uso de esta tecnología y eso debería ser tenido en cuenta por quienes definen las políticas culturales de los países, regiones y ciudades.
En estos días sorprendió gratamente la inauguración de “Museos Digitales”, un emprendimiento de los Museos de Historia Natural y Antropología, ambos con sede en Montevideo, que con apoyo de con la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y el Plan Ceibal han desarrollado plataformas virtuales para impulsar la divulgación científica en alumnos y público en general.
Así, la propuesta “Explorando en el Museo” desarrolla un recorrido para el Plan Ceibal por ambientes representativos del territorio (costa platense, costa atlántica, humedales, sierras y quebradas, grandes ríos y mar profundo), en el que se exploran hallazgos.
No se trata de ninguna invención puesto que es algo que ya existe en otros países, pero se trata de una innovación en nuestro medio que muestra cómo las tecnologías están provocando cambios en los museos y su aprovechamiento pedagógico.
En este caso en concreto, es un avance importante que seguramente no restará visitantes a los edificios de los museos sino que, por el contrario, puede sumar visitas ya que quien conozca parte de sus colecciones en Internet es probable que se quede con ganas de más.
Por otra parte, para un niño que vive en Artigas o una escuela rural de Treinta y Tres, Paysandú o Durazno, quizá la computadora del Plan Ceibal sea su único medio de acceder a la información de lugares tan distantes físicamente y a los que seguramente no pueda llegar por sus propios medios.
Sabido es que el importante y rápido desarrollo de las tecnologías digitales genera todo tipo de posturas, desde el rechazo absoluto al canon de lo establecido a visiones más integradoras que apuntan a la transformación para evolucionar. Es por éste último camino por donde puedan encontrarse formas provechosas de adaptar la tecnología a las necesidades de los museos en el deseo de encontrar nuevos espacios de difusión, la creación de arte y la formación de nuevos públicos. En definitiva, una buena idea para estudiar y explotar.