Edil Beder Mendieta

Locales | 24 Dic El edil nacionalista Beder Mendieta planteó en plenario de la Junta Departamental la situación económica de jubilados y pensionistas de Guichón, asegurando que “varios me visitaron para expresarme lo que voy a referir en general, su situación de dificultad económica”.
“Nuestros venerados viejitos -término cariñoso que siempre se emplea- que nos legaron con su trabajo este hermoso país, son como siempre los desamparados a la hora de fijar las publicitadas políticas sociales”, expresó el edil. “Todos los días se crean ‘subsidios’ y ayudas especiales para los desprotegidos, no se preguntan causas, no se evalúan situaciones. La mano generosa del Estado reparte sin control lo que otros producen y conste que no nos oponemos a la ayuda solidaria cuando el caso así lo amerita, pero queremos señalar la inequidad que castiga a los jubilados pobres. Me estoy refiriendo a los pasivos de industria y comercio, rurales, etcétera, que promedian el mínimo de 3.600 pesos, quienes han tenido aportes de 30 años o más de trabajo y pese a la promocionada situación de bonanza del país y a los superávit que pregona el presidente del BPS, Ernesto Murro, son ‘el último orejón del tarro’. El aumento previsto para dar desde el 1º de enero próximo hace ya varios meses que fue ‘devorado’ por la suba de los artículos de la canasta familiar y en especial, de la carne vacuna que -como decimos- es el ‘buque insignia’ de la alimentación de los uruguayos”.
Mendieta repasó que “los precios subieron 0,64 por ciento en octubre y acumularon un alza de 7,02 por ciento en los 12 meses. Lo que más subió fue la alimentación y, por supuesto, pegó más entre los pobres, según lo señalado por el Instituto de Estadísticas. Se habla de una ‘dadivosa canasta de fin de año’ que según el bono entregado es de 500 pesos pero para los más sumergidos, ¡que insensibilidad! Si un núcleo familiar comprende a hijos y nietos no será mucho ese aporte”.
No hacen huelga
El edil nacionalista aseguró qué “los pasivos no hacen huelga y eso los margina en la erogación de recursos, cuando -aparentemente- los representantes que han electo están más preocupados por defender al gobierno que a sus mandatantes. Quizá su aislamiento montevideano les haga desconocer la triste realidad que aflige a los jubilados a los cuales, como ‘frutilla al postre’ le aplican a sus préstamos sobre las pasividades que cobran un 32 por ciento de tasa de interés. Cuando en los últimos meses y con mucha justicia se inició el ‘rescate’ de funcionarios públicos endeudados con préstamos denominados ‘limpia sueldos’ y otros en unidades indexadas cuyas tasas de interés oscilan entre el 9 y el 11 por ciento. Me pregunto en qué situación privilegiada imagina el gobierno a los jubilados para aplicarle tasas mayores y no podrá aducirse que son créditos de riesgo pues se amortizan automáticamente al descontarse de la pasividad”. Mendieta sostuvo que “los jubilados tienen derecho a obtener un crédito de similares características a estos nuevos ofrecidos a los funcionarios públicos. Sé que la situación no es la misma, pero hablo de características similares, porque además descuento la buena voluntad de las autoridades para encontrar una respuesta acorde a las posibilidades de nuestros viejos. Pregunto al Ministerio de Economía, al Banco de Previsión Social y a las autoridades en general, ¿qué piensan hacer con los pasivos? Los que, creo yo, merecen toda nuestra consideración y preocupación”.