Opinion | 26 Dic Desde hace ya varios años el virus del dengue, presente en los países de la región, prácticamente nos tiene cercados y sin embargo, aún no hay dengue autóctono en Uruguay.
La situación es preocupante y, en opinión del decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina, la llegada de la enfermedad es “inminente”.
“Estamos sentados sobre un volcán, no sabemos cuándo va a hacer erupción porque no tenemos la bola de cristal, pero las condiciones en la región existen”, indicó a Últimas Noticias el jerarca, quien también se desempeña como responsable del Laboratorio de Virología Molecular en Montevideo.
Con este diagnóstico, además de prevenir a nivel hogareño se necesita un monitoreo científico efectivo para saber el tipo de virus que circula en la región a los efectos de saber cómo combatirlo en caso que ingrese al país.
El dengue cuenta con varios serotipos distintos que si se combinan en un ser humano puede ocasionar la peor de las reacciones: una hemorragia que suele ser mortal. “Intentamos comprender cómo el virus evoluciona, cambia, se relaciona con la célula huésped y tratamos de comprender a nivel molecular varios mecanismos para tratar de obtener respuestas a preguntas que tienen interés tanto para el médico tratante, como para la toma de medidas por parte de Salud Pública”, indicó Cristina.
A su juicio los trabajos de prevención deben hacerse en toda la región, tanto el litoral argentino como el Sur de Brasil, porque es posible que se trate de dos tipos de dengue distintos y si los serotipos que están presentes en la región son más de uno, la situación puede complicarse.
Sin llegar a ser alarmistas, este tipo de afirmaciones deben ser tenidas en cuenta por el sistema de salud y la esfera académica y científica con la finalidad de dar respuestas eficientes.
Por eso, es bueno recordar que en setiembre pasado la Universidad inauguró en Salto el primer laboratorio con nivel de seguridad III, único en su género en el país y que ya está en condiciones óptimas para comenzar a investigar virus que están circulando en la región.
Así que no puede ser más oportuno el establecimiento de este laboratorio --que rompe con la histórica tradición centralista de la Universidad-- para dar una mejor capacidad de respuesta al estudio y monitoreo de los virus que circulan en esta región así como una acción más eficiente ante una eventual epidemia.