Altrapay:

Locales | 31 Dic El dirigente de la Asociación Laboral de Trabajadores de Paylana (Altrapay), Gabriel Grampín, sostuvo en la Junta Departamental que “hace muchos años venimos escuchando eso de ‘no te puedo aumentar porque cierro’ y esta vez no fue amenaza, pero se nos dijo que el 31 de diciembre o el 31 de enero cerraría Paylana. Debido a eso tuvimos que hacer una serie de movimientos en corto tiempo, desde el 18 de diciembre hasta el día de hoy, con un porcentaje altísimo de actores políticos, secretariado del Pit Cnt, llegando a los ministros por parte de los diputados de las tres bancadas, y también recurrir a la figura del intendente departamental, que también tomó esta problemática, que puede ser el cierre de una empresa que alberga a 700 trabajadores y mueve alrededor de 1.200 con lo que son talleres, empresas de mantenimiento, seguridad, transporte y demás. Lo que en lo económico sería una catástrofe a nivel departamental”.
Más adelante dijo: “esperemos que desde enero se empiecen a hacer las cosas que hemos pedido tanto al gobierno, de tener una auditoría, ser fiscales, del dinero que se mueve en Paylana para que los obreros tengamos un trabajo digno y seguro”.
Mauro Valiente en tanto, señaló que “ya es costumbre de la patronal textil querer usar estas fechas festivas en que tenemos la cabeza en otra cosa y para estar en familia. No es la primera vez que la patronal de Paylana juega con esto, ya que en 2009 el hijo del dueño, David Soloducho, planteó la misma opción: pago de salarios o de la materia prima. Este año el gerente, Julián Medina, fue el que nos trasladó esa noticia y nos preocupó mucho no solo por los compañeros sino por la viabilidad de Pay-lana”. También dijo que “ahora solucionado lo primero que era el pago de los haberes, nos ponemos el firme compromiso de la comisión directiva y todo el sindicato de sumarnos nuevamente a la lucha por mantener nuestra fuente laboral”.
Por su parte, Gastón Fleitas sostuvo que “el tema más grave es la continuidad de la fábrica y su estabilidad laboral, lo que no está solucionado en nada. Al contrario, vamos a tener mucho trabajo. Sabemos que hay posibilidades de mucho trabajo en el comienzo de 2011, pero lamentablemente no podemos decir que la empresa --tal como está hoy-- sea garantía de estabilidad laboral”.
Ante las dudas planteadas, se “busca una salida real a la industria textil en general, no solamente a la empresa Paylana, porque la verdad es que viene decayendo en forma terrorífica en los últimos años. Acá no se puede poner más plata del país si realmente no hay controles que vayan al fondo; no que solo auditen los números, sino todo lo que se hace y sobre todo en qué se va la plata, si se invierte en trabajo o si se solucionan los temas urgentes pero después no se lo utiliza en lo que realmente debería ser: sacar adelante a Paylana”.
PolÍtica industrial clara
Sobre las posibilidades de sacar adelante a las textiles, Fleitas afirmó que se impone “una decisión del Estado, sobre todo a nivel del Ministerio de Industria, de definir una política industrial clara. Porque a Paylana no se le tiene que dar plata (préstamos del BROU) sino lo mejor que se puede hacer es darle trabajo”. Respecto a la materia prima necesaria, tras citar el caso de las exportaciones de lana sucia a China, dijo que “lógicamente no pretendemos que el sector agropecuario deje de hacer sus negocios, pero sí que el Estado tome alguna medida con relación a cuotificar lo que se va al extranjero, dejando un remanente que permita trabajar a la industria nacional”.
“Otra cosa, que es muy importante, es el sistema de compras públicas del Estado ya que es vergonzoso que las prendas que usa cualquier trabajador estatal no sea de industria nacional. Estamos convencidos de que si se toma una decisión política en ese sentido, tenemos a UTE, OSE, Antel, Correo, la banca pública y MSP --que puede hacer compras de sábanas y otras prendas hospitalarias-- y la situación cambiaría. Incluso hay un estudio realizado de que si se adopta una decisión de ese tipo, de usar telas hechas en el país y la confección dando trabajo al sector de la vestimenta, no daría abasto la mano de obra que hay en la industria textil y hasta habría que salir a buscar gente para completar los puestos de trabajo”.