Opinion | 02 Ene La llegada del 2011, con todo el bagage de deseos e ilusiones, plantea un contexto regional donde prima la firme expectativa de consolidación del transporte fluvial por el río Uruguay y sobre todo la participación de Paysandú en este esquema de reversión del olvido en que ha caído este instrumento durante décadas y hasta hace unos pocos años.
Es fundamental que, tras el prolongado conflicto por la instalación de Botnia, las comunidades de una y otra orilla hayan comenzado a recomponer un proceso de integración que ha tenido muchas dificultades y que ha sido objeto desde la superación del entredicho de un renovado impulso, cuando en setiembre desde Concepción del Uruguay se formuló una amplia convocatoria a gobernantes, organismos y fuerzas vivas de ambos lados del río Uruguay, a efectos de recrear el olvidado Comité Binacional de la Hidrovía del Río Uruguay, con una amplia respuesta en el corredor litoraleño.
Desde entonces, el relanzamiento del Comité propició una revigorización de las acciones para el crecimiento con desarrollo y la integración, y es así que legisladores, intendentes y delegados de organismos binacionales, junto a representantes de grupos interesados en participar en la iniciativa, se han reunido en sucesivas instancias en ciudades de ambas orillas para avanzar en el proceso.
Ingresando ya en 2011, es alentador que coincidan las acciones tendientes a recuperar y mejorar la infraestructura de los puertos, fundamentalmente de los de Paysandú y Concepción del Uruguay, para encarar desde este año la operativa con contenedores, aspecto fundamental para consolidar el transporte fluvial, que se agregará al uso de barcazas y eventualmente de buques de mayor porte para la salida de la madera y granos, entre otras mercaderías, además de la corriente ya consolidada de importación de azúcar crudo para Azucarlito.
Hasta no hace mucho solo se manifestaba en nuestra orilla la inquietud por contar con la herramienta del transporte fluvial en apoyo a la producción, debido a que la campaña sistemática y destructiva de los activistas de Gualeguaychú desalentó todo intento de muchos gobernantes y fuerzas vivas de Entre Ríos, sobre todo de Concepción del Uruguay, para recuperar y potenciar este instrumento.
Pero a partir de mediados del año pasado la cosa ha cambiado, tras el fallo de la Corte Internacional de La Haya, y en oportunidad de la visita a esa zona del gobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri, el jerarca anunció y luego reafirmó su apoyo a la reactivación de ese puerto, que se traducirá en el futuro inmediato en la compra de una grúa portacontenedores para aprovechar la infraestructura con la que ya cuenta, al igual que Fray Bentos, para ser centro de recepción de las cargas en el enlace con Paraguay.
Actualmente, muchas de esas cargas vienen en camión para su exportación por el puerto de Montevideo y se efectúa el cruce a la altura del complejo de Salto Grande, lo que entre otras consecuencias tiene el de la congestión y deterioro de nuestras carreteras, además del encarecimiento del flete para los productores de la nación mediterránea.
Este tráfico de contenedores pasará a trasladarse por ferrocarril hasta Concepción del Uruguay, con la expectativa cierta de completar cargas con Paysandú y Fray Bentos, lo que incidirá en el abaratamiento de los costos operativos y consecuentemente de los fletes para los productores de la zona.
Estamos por lo tanto ante un elemento revulsivo para el desarrollo regional, con directa incidencia en la creación de fuentes de trabajo y el reciclaje de actividad económica, porque ya además Concepción del Uruguay está decidida, con el apoyo del gobernador, a recuperar calado en su puerto tras el embrollo de los activistas de Gualeguaychú, que no conformes con bloquear los puentes, trancaron a toda costa el dragado del río Uruguay.
Y si bien Paysandú todavía no cuenta con la infraestructura para contenedores que ya tienen Concepción y Fray Bentos, la Administración Nacional de Puertos tiene en proceso la remodelación del muelle de cabotaje para esta operativa, y en breve estará en obra la construcción de la base para la gran grúa portacontenedores que es esperada en Paysandú para el primer semestre de este año, así como el dragado, aunque en este último caso en forma más lenta que la que todos quisiéramos.
En el año que se inicia, por lo tanto, todavía queda mucho por hacer, pero ya estamos más cerca del gran objetivo y con una perspectiva de realizaciones que nos hace ver con mucho más optimismo que hace pocos años el gran desafío de contar con un río navegable y factor de desarrollo, lo que solo será posible mediante la coordinación y consolidación de esfuerzos en el corredor uruguayo-argentino del río Uruguay, como ya está en proceso, felizmente, lo que permite alentar una cuota de fundado optimismo para una zona que vivió ya demasiados sinsabores en los últimos años.