Paysandú, Jueves 13 de Enero de 2011
Deportes | 07 Ene El sanducero Alvaro Medina comenzará el domingo la temporada 2011 del torneo español de pelota, en el que el deportista nacido en Centro Pelotaris espera poder volver a pisar fuerte. Claro, esta vez no tendrá como compañero al cubano Richard González, y al quedar por el camino la contratación por parte del Puertas Bamar de Valladolid, club en el que milita el sanducero, de un buen pelotari francés, Medina deberá afrontar la temporada 2011 con un juvenil nacido en las canteras de la institución.
El debut de Medina será el domingo en Pamplona, por lo que mañana viajará rumbo a la sede del primer partido.
“No se llegó a un arreglo con el francés, por lo que todo se hará más complicado, teniendo en cuenta que finalmente jugaré junto a un pelotari juvenil que juega bien, pero todavía está un poco verde”, dijo el sanducero desde España en contacto con EL TELEGRAFO.
Su compañero habitual, González, colgó la herramienta por lo que para Medina esta nueva temporada significará un esfuerzo extra. Pero más allá de todo, el sanducero es uno de los grandes referentes de la pelota en España, e intentará responder a las expectativas, luego de haber ganado títulos de todos los colores, tanto a nivel local como de Europa, desde aquella incursión en el profesionalismo español.
“¿La verdad? Nunca me imaginé que iba a jugar en este nivel. Cuando llegué a España pensé que podría llegar a ser uno más del montón, pero resultó que los títulos comenzaron a llegar y hoy, mal o bien, me siento orgulloso de que me reconozcan como uno de los pelotaris más importantes de aquí”, confesó Medina.
Los títulos hicieron que la figura del sanducero sea reconocida en toda España, y que sea una locura cada vez que ingresa a un trinquete de cualquier punto del país. “Entrar a la cancha, estar peloteando y que la gente grite tu nombre es una experiencia única, impresionante. Pero más allá de todo debo reconocer que he tenido suerte, porque conté siempre con excelentes compañeros. Con Richard conformamos una pareja muy buena, y cuando los dos jugadores son importantes se pueden alcanzar los logros que alcanzamos”, asegura con la humildad de siempre. Radicado en Valladolid, donde formó su familia, el sanducero asegura haber encontrado su lugar en el mundo. “Me muero en Valladolid, porque será muy difícil que me mueva de acá. Conozco mucha gente, he recibido muchas ofertas para cambiar de club, pero para mí no es cuestión de que me paguen más dinero. Aquí tengo mi familia y siento que éste es mi lugar”, dice.
Lo cierto es que Medina está a punto de iniciar un nuevo desafío, sabiendo que la carrera comienza una cuenta regresiva, lo que no quita que el objetivo siga siendo subirse a lo más alto. “Estoy bien físicamente, en condiciones y sobre todo tranquilo, sin presiones más allá de que a todos nos gusta ganar. Tengo 33 años y sé que no tengo mucho más, a lo sumo tres o cuatro años para seguir jugando. Por eso, más allá de intentar pisar fuerte, tengo ganas de disfrutar”, dijo.
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