Rurales | 20 Ene Lo que les sucede a Leonardo Falcone en sus viñedos de Paysandú es de no creer. Las liebres le están destrozando los caños para el riego de las plantas, a tal punto que han tenido que cortar cientos de metros por este problema. La inversión que el productor y empresario sanducero ha realizado es muy importante, no solo por la cantidad de miles de metros de cañería que compró, sino los conectores para las diferentes uniones.
El sistema por goteo que utiliza ha determinado que en época de seca su utilización sea muy necesaria. A su vez, son tantos los metros de caño que necesita, que los va cambiando de hileras a medida que finaliza el riego, hasta poder contar con la totalidad de la cañería. Pero el gran problema este año no son pestes en la planta ni la falta de lluvias. Son las liebres. Estos animales, necesitados de agua, no han encontrado mejor forma de acceder al líquido elemento que cortando con sus dientes los caños, los que deben ser retirados y tirados por su inutilidad. Sinceramente, de no creer.