Deportes | 24 Ene El debut de la selección mayor del fútbol sanducero oficiando como local en el Estadio Artigas fue inmejorable en cuanto al resultado. Las 5.000 personas que se acercaron al máximo escenario futbolístico de nuestra ciudad tuvieron la posibilidad de disfrutar de una goleada del equipo que orienta Sergio Esquivel, que con un rotundo 4 a 0 vapuleó en el tanteador a Bella Unión, lo que permitió a Paysandú liderar junto a Salto la Serie B de la Copa Nacional de Selecciones.
Los sanduceros mostraron otra cara con respecto a su debut en Salto y como visita. Esta vez el equipo mostró claras intenciones de ahogar al rival en toda la cancha, abrir el terreno de juego y llegar tocando al área rival.
Tuvo Paysandú dos figuras descollantes. Adolfo Cubilla se comió la mitad de la cancha, se dio el lujo no solo de quitar todo lo que pasó a su lado, de jugar con criterio la pelota, sino también de volcarse en ofensiva, mientras que Richard Pons fue imparable con su velocidad, picando tanto por izquierda como por derecha.
El resto del equipo respondió, intentó jugar la pelota, aunque fue quizás en el fondo donde estuvieron las mayores falencias de Paysandú, sobre todo en los primeros minutos, en los que pareció estar desatenta en algunas situaciones.
Pero más allá de esto, los sanduceros no pueden darse el lujo de tomar este partido como medida. Por la sencilla razón de que el rival fue muy poco, sintió el peso de jugar en una cancha grande como la del Estadio Artigas, se desgastó rápidamente en lo físico y, pese a mostrar algunos jugadores interesantes, les pesó demasiado la inexperiencia.
Tal es así que Bella Unión solo generó dos chances de gol: un descuido de Chubrega, a quien le ganaron la espalda permitiendo que la visita estrellara la pelota en el travesaño, y sobre el final del partido una jugada personal que terminó siendo conjurada por el golero Acosta.
Lo que quedó en claro es que Bella Unión no es Salto. Por eso, más allá de que se mostró una mejoría, nadie puede descansarse y pensar que ese 4 a 0 refleja un excelente momento de un Paysandú al que le falta trabajo, algo lógico por la falta de tiempo. Así, será fundamental lo que planifique el cuerpo técnico para llevar adelante en los próximos 15 días, teniendo en cuenta que el fin de semana se tendrá fecha libre. Posiblemente –si Salto le gana a Bella Unión de local, algo muy factible— Paysandú llegue al clásico ante los salteños, a los que enfrentará como local, ya clasificado. Por eso, debería aprovechar la posibilidad de pactar amistosos, de jugar y afianzar al equipo base que tiene Esquivel, quien durante la preparación nunca pudo trabajarlo como tal en la cancha. El técnico pretende jugar ante Gimnasia y Esgrima de Concepción, y lo ideal sería poder jugar en el Estadio Artigas, para que el plantel sanducero pueda acostumbrarse a la cancha y aprender a aprovechar los espacios que brinda el terreno de juego con sus dimensiones.
El debut en casa se salvó con nota, ya que se supo aprovechar la superioridad para reflejarla en el marcador, algo que no siempre sucede. Pero no debe confiarse y debe seguir mejorando, ya que lo que se viene será totalmente diferente. Sobre todo la segunda fase, en la que tras dos partidos cualquiera puede volverse a casa con las manos vacías, y afuera de la Copa. STB