Deportes | 23 Ene Fueron cuatro, pero pudieron ser más. Paysandú goleó a Bella Unión por 4 a 0 como local, y alcanzó en la cima de la tabla de posiciones de la Serie B de la Copa Nacional de Selecciones de OFI a Salto, su próximo rival.
Los orientados por Sergio Esquivel mostraron otra cara con respecto al debut en lares naranjeros, donde se sufrió demasiado pese al empate cosechado. Anoche, la historia fue otra. Paysandú salió decidido a apostar a jugar la pelota, a abrir las bandas y hacer sentir la presión a un joven e inexperiente equipo de Bella Unión, que en los primeros 20 minutos se paró en buena forma.
Es que, más allá de que los sanduceros tomaron la iniciativa, presionaron en toda la cancha y controlaron el trámite, los fronterizos demostraron a lo largo de esos minutos que, teniendo espacios, podían complicar con buen dominio de pelota.
Tan es así que Paysandú, luego de haber generado una clara chance a los 15’, cuando Colzada definió con destino de gol pero la pelota salió al córner tras rebotar en un defensa, tuvo que sufrir cuando Rodríguez ganó la espalda de Chubrega y definió cruzado, estrellando el balón en el travesaño del arco local.
Era un aviso, no solo de que no podía dársele espacios al rival, que pese a su juventud intentó con las armas que tuvo, sino de que había que afinar el funcionamiento defensivo, que no se mostró aceitado.
Pero todo cambió con un golazo de Luzardo, tras una jugada que se inició en un lateral y que terminó con el volante enganchando apenas ingresado al área, para definir cruzado, enviando la pelota en cámara lenta al ángulo derecho del arco defendido por Santana.
La incidencia terminó por volcar las cosas a favor de los sanduceros. Y no solo por el resultado, sino porque el partido definitivamente se tiñó de blanco. Es que Pons –al que le cometieron un penal que el árbitro desestimó-- siguió siendo imparable por donde picara, ya sea por la izquierda o la derecha; Colzada buscó el arco rival y colaboró bajando algunos metros, y Cubilla –la figura de la cancha a lo largo de todo el partido-- robó todo lo que pasó por su costado, jugó y se soltó al ataque en una tarea redonda.
Así, Paysandú buscó desdoblar al equipo, buscar los espacios y dominar a un rival que, tras el gol, cambió la cara.
Pero lo mejor llegaría en el complemento. Paysandú mantuvo la tónica y 12’ le bastaron para liquidar el partido definitivamente. Primero un remate de García venció las manos del golero, pero la pelota rebotó en el caño izquierdo sin que nadie pudiera mandarla a las redes en el rebote. Luego, dos irían adentro: primero la del propio García, tras gran jugada de Luzardo que “cuchareó” la pelota como con la mano para que definiera el volante; y luego a de Pons, que inteligentemente se metió entre un zaguero y el golero para marcar de cabeza el tercer gol de Paysandú.
Después fue un monólogo sanducero, mientras Bella Unión sufrió el partido en todo sentido, desde lo futbolístico hasta lo físico. Y Paysandú lo aprovechó para castigar al rival, que hasta pudo marcarse un gol en contra en medio de la desesperación, y que --en el arco de enfrente-- tuvo como única posibilidad una jugada personal de Fagúndez.
Colzada terminó por sellar el partido con un golazo, y el ingresado Timoteo Acosta sacudió el arco con un pelotazo para quedarse con las ganas de festejar.
Fue un 4 a 0 claro, justo, rotundo. Pero habrá que ver en el futuro si es la medida justa para la selección sanducera, que aprovechó la situación pero sabe que tiene mucho por mejorar. STB