Paysandú, Domingo 30 de Enero de 2011
Locales | 26 Ene El Ministerio de Salud Pública canceló la venta, registro, fabricación e importación de los inhaladores para asmáticos denominados de “dosis medida”. La resolución no fue tomada por peligros para la salud sino para el ambiente puesto que contienen sustancias que atacan la capa de ozono estratosférico que nos protege de las radiaciones ultravioletas UV-B del sol.
En una resolución firmada por el ministro de Salud Pública, economista Daniel Olesker, el gobierno asegura que “existen alternativas importadas disponibles en el mercado”.
Uruguay suscribió el Protocolo de Montreal, un acuerdo multilateral firmado en 1987 para la protección de la capa de ozono, donde se establecen calendarios de eliminación para las sustancias que la destruyen, entre las que se encuentran los Clorofluorocarbonos (CFC). De acuerdo a este protocolo, varios países --entre ellos Uruguay-- debían eliminar el uso de CFC en el año 2010.
El acuerdo obliga a elaborar una estrategia nacional de transición para la eliminación del uso de los clorofluorocarbonos (CFC) en los inhaladores de dosis medida (IDM). La misma fue elaborada por la Comisión Técnica Gubernamental de Ozono, con la asistencia técnica de la del Programa Nacional de Asma y es el resultado de consultas con distintos sectores com el MSP, profesionales de la salud, laboratorios farmacéuticos, pacientes, etcétera.
Asimismo, el Fondo Multilateral para la Aplicación del Protocolo de Montreal aprobó fondos en carácter de donación a Uruguay para la implementación de esta estrategia, los que son administrados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El objetivo es la eliminación del uso de inhaladores con CFC de acuerdo a un cronograma y criterios acordados entre todos los involucrados, ello implica la aceptación de estos nuevos productos por parte de los profesionales de la salud y de los pacientes.
Dicha estrategia, que se consolidó durante 2009 incluyó la reconversión de la industria nacional productora de estos inhaladores, acuerdos con laboratorios importadores y comercializadores, planes de sensibilización y reformulación del marco legal en apoyo a la estrategia de transición.
La lista de inhaladores que se prohíbe fabricar, importar y comercializar incluye los siguientes productos: Cromyn-NA, Beclometasona Dip 50 Serv, Beclate 250, Beclom-50 Aldo Union, Butocort, Beclomol Inhalador, Aeroplus 50, Rino-B 50 mcg, Fenodilat, Berotec, Berodual (suspensión), Combiplus, Flutic Propionato 125, Servimedic, Salm 25+Flutic.125 Servimedic, Ipratropio Brom. Sinochem 20 mcg, Atrovent, Salbutral AC, Estgraplus, Combivent, Salbutamol, Salbutral, Butovent, Salamol, Dilatplus y Tiova, entre otros.
Como alternativas, se encuentran en el mercado inhaladores de IDM con HFC, de polvo seco y acuosos (de uso nasal).
EL REEMPLAZO
El reemplazo de los CFC se realiza con Hidrofluorocarbonos (HFC), también llamados Hidrofluoroalcanos (HFA) que no afectan la capa de ozono. Los HFC usados son HFC 134a y HFC 227ea. Actualmente, ambos HFCs son ampliamente aceptados como propelentes adecuados para el uso en los inhaladores de dosis medida.
La transición hacia los IDM sin CFC ya se está llevando a cabo exitosamente en muchos países industrializados. En estos países, la aceptación de los nuevos IDM fue muy buena. Un factor fundamental para la transición es la adecuada información de los médicos tratantes para evacuar las preguntas de los pacientes.
La experiencia internacional muestra que el manejo más efectivo de la transición fue por la cooperación de la industria y el gobierno trabajando juntos, para tener fechas precisas en el cese de la venta de IDM, como ocurrió en Australia y Canadá.
A TENER EN CUENTA
Información del Servicio de Alergia y Asma del Hospital Maciel y la Facultad de Medicina responde a las preguntas básicas de los pacientes en este proceso de cambio.
“Mi inhalador parece igual; ¿cuál es la diferencia?”, es una de ellas. Los inhaladores anteriores contenían un gas (llamado clorofluorocarbono o CFC) para ayudar a propulsar el medicamento hacia los pulmones y, a pesar de ser seguro para el paciente, dañan la capa de ozono. El inhalador libre de CFC funciona casi de la misma manera y tan bien como el anterior, a excepción que utiliza un propelente que no daña la capa de ozono. Consecuentemente, pueden notarse algunas diferencias tales como un gusto diferente, un aerosol más suave, más caliente y una sensación diferente cuando se empuja el inhalador.
“El disparo es más suave, ¿estoy recibiendo menos medicación?” es otra de las inquietudes más frecuentes. La respuesta es no. Los inhaladores libres de CFC entregan una dosis constante con cada disparo. Parece menos porque el aerosol es más fino y se siente más suave.
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