Locales | 28 Ene Se animó a hacer compras y a disfrutar de un asado criollo en el entorno natural del complejo termal Almirón. Confesó sentirse atrapado por la belleza del lugar y aseguró haber consultado el precio de un terreno.
Es que para el estilista argentino Roberto Giordano, pasar unos días en termas del Almirón fue como volver a su infancia, cuando la vida transitaba a otra velocidad, lejos de las pasarelas y de los mega desfiles.
EL TELEGRAFO dialogó con Giordano durante el espectáculo lanzamiento de la Primera Semana Termal en Almirón. Siempre sonriente, afirmó que Uruguay es su casa, ya que pasa cuatro días en nuestro país y dos en Argentina.
“Yo digo que es como una cantidad de tiempo que uno dedica al espectáculo, y esto me lo dedico a Roberto Giordano persona. O sea que es desconectarme de todo, es disfrutar en compañía de tanta gente que es cálida y muy bien. Pero sobre todo en el entorno de la naturaleza y del buen clima. El Sol acá me acaricia, y me acaricia a su vez la sinceridad, la humildad de la gente y por supuesto que la tranquilidad del lugar. Es un verdadero ‘cable a tierra’ que me da energía y es como cargar aquí las baterías, porque no se carga con mucha actividad, sino con una pausa para hacer cosas lindas”, comenzó diciendo el estilista.
El estar lejos de la gran actividad por algunas horas le permitió manejar los tiempos, mezclarse entre la gente como un vecino más, a punto tal de hacer las compras, cocinar y pasear. Pero claro, sin poder evitar los constantes pedidos para sacarse fotos con curiosos y admiradores.
“Por lo general a mí me encanta hacer el asado. Hoy fui a comprar la carne, las verduras y el pan. Eso no lo hago casi nunca, porque siempre es la familia o los amigos que traen una cosa o traen otra y ahora me gustó a mí ir y participar. Ver y conocer la ciudad de Guichón fue una experiencia maravillosa, porque pasaba un chico en bicicleta y le pregunté: ¿qué vendes? Me respondió: ‘galletas’. Unas galletas que tengo y que no quiero que nadie me las coma, porque me las quiero llevar. Unas galletas alucinantes y unas pizzas espectaculares. Esas cosas me permitieron volver a mi infancia, como cuando llegaba el lechero o el panadero en la bicicleta. Una imagen que la tenía bastante alejada y fue como volver a vivirla. Fue repasar mis comienzos, mi ciudad natal, un lugar chico donde todo transcurría a otra velocidad. Esto es maravilloso por el acercamiento y por la propia gente. Pero por sobre todo la calidad en la comida. La verdura es diferente, es otro sabor que descubrí”, afirmó.
Giordano también se mostró seducido por la paz y tranquilidad del lugar y confesó haber preguntado el precio de un terreno en el complejo. “Definitivamente me seduce mucho y me encanta disfrutar así y estar tranquilo, distendido. Esto ha superado todas mis expectativas”.
El estilista aseguró además que el tiempo de estadía en termas fue como volver a sus raíces, como volver al barrio, volver a sus comienzos. “Porque se perdió el lugar de mi infancia, en su lugar hay un edificio de 20 pisos, y esto que vi acá sigue manteniendo la calidad de la gente. Todo esto me hace sentir como que nunca me fui, que siempre sigo volviendo al barrio”, concluyó.