Paysandú, Martes 01 de Febrero de 2011
Rurales | 27 Ene El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), doctor Luis Alfredo Fratti, señaló que la noticia de la compra del frigorífico PUL por el gigante brasileño Minerva “no causa sorpresa porque es muy probable que haya interés por invertir en la industria frigorífica ya que Uruguay está posicionado muy bien”. Sostuvo que una diversificación de empresas de porte “es positiva para el mercado, porque va a darse una mayor puja por el valor de la hacienda que se produce en Uruguay. En definitiva, una mayor competencia puede beneficiar a los propios productores”, opinó.
Con esta inversión, Minerva se suma a las también brasileñas Marfrig y JBS Friboi, que dentro de la industria frigorífica uruguaya tendrán en su poder tres de los cuatro frigoríficos más activos del país, de acuerdo con el ranking de faena que presentó INAC del ejercicio 2010.
Para el jerarca, el desembarco de Minerva puede significar un aditivo para que “no se vaya más ganado en pie desde Uruguay al exterior”. “Nadie va a hacer una inversión de esa envergadura si después no puede asegurarse la materia prima para procesar”.
Consultado si el gobierno ve con preocupación la tendencia a la concentración de la industria frigorífica en manos de brasileños, Fratti dijo a El País que no y agregó que “el riesgo sería si una sola empresa se agranda demasiado”. Según datos de INAC, el frigorífico PUL faenó 144.654 cabezas bovinas en 2010, siendo la cuarta planta en importancia de las 36 que hay registradas. La misma posición ocupó en exportaciones con ventas por U$S 90 millones.
Personal
El gerente del frigorífico PUL, Patricio Silveira, informó que todavía no hay una definición sobre el futuro de los 650 trabajadores, pero que “lo que se asegura es la continuidad del frigorífico como tal, ya que este es uno de los primeros planteos de la empresa: que la parte de operaciones y administración de la industria siga como está”.
Esta transacción se dio en medio de un conflicto sindical. Según el integrante del gremio de los funcionarios del PUL, Andrés Maidana, el Ministerio de Trabajo intimó a la empresa a presentar una propuesta al sindicato sobre la base de la productividad. “Desde que se conformó el movimiento sindical del PUL, se viene reclamando que se nos pague por productividad y no se nos ha atendido el reclamo”.
Por el cemento
La principal causa que llevó al empresario uruguayo de origen brasileño, Ernesto Correa, a desprenderse del frigorífico Pulsa fue un proyecto de una planta de cemento y otra de cal, que comenzará a construir este año en el departamento de Treinta y Tres, donde prevé invertir unos U$S 100 millones. Dada la envergadura del emprendimiento, Correa vio en la venta del PUL un buen instrumento para obtener liquidez para la financiación de esta nueva actividad industrial que proyecta desarrollar en Uruguay, además de las 100.000 hectáreas que tiene destinadas a la producción ganadera.
“La planta de cemento fue la razón de peso para decidir vender, aunque también incidió la internacionalización del negocio de la industria frigorífica con lo que se hacía muy difícil competir”, admitió a El País el vicepresidente del PUL y titular de la empresa cementera, Deracor, Rodrigo Goñi.
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