ROSA MOREIRA

Locales | 28 Ene Durante nuestra recorrida semanal escuchamos relatos de vecinos que en determinado momento de su vida encuentran una particular forma de esparcimiento. Éste es el caso de una vecina de villa Quebracho, que encontró --a través de su participación en talleres de cerámica – una interesante opción de entretenimiento.
Rosa Moreira (62), está casada y es madre de cuatro hijos. Es ama de casa y en diálogo con EL TELEGRAFO confesó su gusto por la cerámica. Todo comenzó cuando una vecina le comentó sobre los talleres de cerámica que se dictaban en la Junta Local de Quebracho. Intrigada, decidió acercarse a los talleres. Primero para probar, pero fue tan interesante la experiencia que continuó participando.
Se trata de un pasatiempo que mantiene activo a un grupo de alumnas, que elaboran en arcilla las obras más curiosas e interesantes.
“Hace tres años que participo de los talleres. Fue a instancias de una vecina que me invitó a que me integrara al grupo. En principio fue para probar, pero me gustó y seguí. Fue una enorme experiencia y una actividad fácil de aprender. La verdad es que a mí me gusta mucho, porque es algo en lo que puedo distraer la mente y a mi edad eso es muy importante. Es una manera de pasar el tiempo entretenida junto a otras personas. Concurrimos tres veces a la semana, le destinamos unas cinco horas por cada clase y participamos cuatro o cinco mayores --básicamente mujeres-- y el resto son niñas y niños”.
En cuanto al proceso de confección de las piezas, Moreira comentó que “todo parte de una masa hecha en arcilla y después se concibe la forma de la pieza a fabricar definitivamente”. Fuentes, centros de mesa, ollas, jarras, tazas y una interesante variedad de artículos cobran vida en cada una de las clases.
“Según nos dijo el alcalde de Quebracho --el escribano Mario Bandera-- tiene intenciones de hacer exposiciones y venta de las artesanías que nosotros elaboramos en el taller”, sostuvo.
Seguramente Moreira, al igual que el resto de sus compañeras de los cursos de cerámica, encontró una forma de expresarse, dándole forma a piezas que van desde la más simple a la más extravagante, creando en arcilla obras que son reconocidas por su excelente acabado. Todo ello permite a estas inquietas señoras demostrar que con ganas, esfuerzo y cratividad, se puede llegar al gran público, que gusta de estas expresiones culturales.