Opinion | 31 Ene De acuerdo a un relevamiento efectuado por EL TELEGRAFO, la ocupación hotelera en nuestra ciudad se desplomó en enero, pasando del 70 al 50 por ciento, manteniéndose, en términos generales, la característica de los huéspedes: turistas que hacen un alto en su largo viaje hacia el Este uruguayo o hacia Brasil, o contingentes que circunstancialmente llegan a nuestra ciudad para participar de cursos y seminarios.
Lejos del eslógan de ciudad turística, se consolidó el concepto de “ciudad dormitorio”, sustentado por personas que llegan de “de paso” y simplemente pasan aquí una noche, para luego continuar viaje y dejando escasas divisas en el comercio sanducero.
Una probable causa de la caída de la ocupación hotelera fue la habilitación del Puente General San Martín, durante meses bloqueado por los ambientalistas de Gualeguaychú que protestaban por la instalación de la papelera finlandesa Botnia (hoy UMP). Esto repercutió en el tendido internacional Paysandú-Colón, donde a pesar de registrarse largas colas de vehículos, el tránsito es sensiblemente menor al de otros meses y esto repercute en la alicaída industria hotelera local, en muchos casos poco preparada para recibir oleadas de turistas.
Afortunadamente, proyectos como la reinauguración del Gran Hotel Paysandú, así como la iniciativa de construir un hotel cinco estrellas y una sala de juego en el centro de la ciudad elevan no solamente la capacidad para recibir visitantes, sino también jerarquizan a Paysandú como oferta turística válida. De todos modos, solo la infraestructura no es suficiente cuando tenemos un puente con menguada capacidad operativa, escasas políticas de gestión turística y un comercio poco proclive a instrumentar horarios de atención más extensos, acorde a las necesidades de los visitantes.
Ser una “ciudad dormitorio” representa una puerta para el ingreso de divisas, pero es necesario eliminar obstáculos e impulsar políticas que realmente hagan de Paysandú una ciudad atractiva, no solamente para pasar una noche y marcharse habiendo dejado exiguas ganancias.