Locales | 04 Feb El paraje La Cuchilla cuenta --desde el 24 de enero-- con servicio de agua potable que beneficiará a unas 10 familias.
Alicia de los Santos Verón, vecina de la zona, dijo a EL TELEGRAFO que “se trata de algo muy importante para todos nosotros, porque antes acarreábamos agua desde la Escuela 31 de Sauce de Buricayupí, o nos traían desde la Junta Local de Cerro Chato, o desde la Junta de Quebracho. Pero ahora estamos con una alegría tremenda porque por suerte pudimos salir de ese problema que teníamos con el abastecimiento de agua. Definitivamente cambió todo, porque es otra forma de vida”.
Los vecinos acceden al suministro a través de un pozo ubicado en la entrada del paraje, y que cuenta con bomba.
“También se nos informó que más adelante nos van a instalar un contador a cada una de las familias. En cuanto a los depósitos que tenemos, la gente de OSE nos dijo que no los usáramos para beber, porque no se puede tener muchos días el agua depositada para posterior consumo humano”.
La posibilidad de acceder al agua a través de un pozo semisurgente constituyó un paso significativo para los pobladores, porque --al decir de los propios beneficiarios-- las corrientes de agua y cañadas que se utilizaban hasta hace un tiempo se agotaron a consecuencia de la gran sequía.
El paraje La Cuchilla tiene aproximadamente 80 años de antigüedad y viven allí 20 niños y 18 adultos.
Este pequeño y precario grupo de casas se encuentra ubicado a pocos metros del mojón 68 de Ruta 26, al oeste de Sauce de Buricayupí.
El poblado se compone de un grupo de ranchos construidos de paja y terrón. Sus pobladores, a fuerza de voluntad, han ido obteniendo recursos y aún creen en el potencial del territorio que se extiende a su alrededor. Los jefes de hogar son básicamente zafreros y puesteros en establecimientos rurales.
Desde hace un año el paraje cuenta con servicio de energía eléctrica y según relatan los vecinos, el sueño es acceder en poco tiempo “a una vivienda digna, a través del programa de Mevir”.
Precisamente se planteó a las autoridades de la comisión honoraria del Movimiento de Erradicación de la Vivienda Insalubre Rural (Mevir), la necesidad de mejorar la situación habitacional con la construcción de un complejo, aunque eso está sujeto a la nueva ley de ordenamiento territorial.