Rurales | 05 Feb El clima uruguayo transita por una fase “Niña” que implica lluvias por debajo del promedio para Uruguay. De hecho, ha llovido poco y hay zonas del país severamente afectadas por el déficit hídrico. Sin embargo, las condiciones del mercado ganadero indican todo lo contrario.
En momentos de estrés hídrico lo normal es que haya un aumento de la oferta que haga subir el ritmo de faena, bajar el precio del gordo y reportar bajas aun más considerables en el de la reposición (con la consecuente caída en la relación flaco/gordo). La situación en estos días de febrero es la contraria: la faena es relativamente baja, el mercado del gordo está muy firme y el de la reposición es “un fuego”. Por lo tanto, la relación flaco/gordo sube. Además, pasa lo mismo con el mercado de los ovinos para faena.
Hay algunas peculiaridades de esta seca que permiten que la situación del mercado sea muy distinta a lo normal. Por un lado, la oferta de ganado es realmente muy baja. “Los animales que se deberían estar faenando ahora se fueron en los barcos, con 350 kilos, cuatro meses atrás”, consideró un operador a la publicación especializada Faxcarne. La presión de oferta que debería promover la sequía, no se da porque es poco el ganado que hay. Un segundo factor son los altos precios de la reposición, que llevan a los criadores a pensar dos veces antes de vender la vaca para faena. En tercer lugar, más allá de que la sequía no se puede negar, durante enero ha habido lluvias bastante buenas en muchos lugares. “Hay zonas del país en las que las condiciones de los campos son excelentes”, aseguró un intermediario consultado por Faxcarne.
En este contexto, durante todo enero el precio del gordo no dejó de subir. Esta semana los novillos especiales y pesados cotizan a una referencia de U$S 3,30 el kilo a la carne, con negocios que comienzan a hacerse fluidos a U$S 3,35 y algunas operaciones de volumen y calidad que superan en varios centavos esas referencias. Novilladas de campo cotizan sobre una base de U$S 3,25. En el caso de las vacas, las pesadas se pagan a U$S 3,10, en tanto las vaquillonas cotizan en el entorno de U$S 3,17.
Las entradas están sumamente rápidas, aunque desparejas. En algunos casos son inmediatas, 2-3 días, en tanto que en otros llegan a una semana. Las expectativas son que el mercado se mantenga firme y con precios al alza, en la medida que no habrá cambios en el nivel de oferta.