Paysandú, Sábado 12 de Febrero de 2011
Rurales | 06 Feb El sector ovino de nuestro país presenta cambios importantes que a veces no se perciben adecuadamente. Desde hace unos 15 años que se escuchan argumentaciones no positivas hacia la oveja, justificadas y no, que de tanto repetir, son verdades tan rígidas que cuando cambian la misma inercia de la situación anterior no permite procesar rápidamente los grandes cambios que se han operado.
Hay productores ovinos que todavía no han analizado dentro de su empresa, los buenos precios, ya sea porque vendió y no cobró la lana, tal vez por que la primera mitad del año 2010 fue muy difícil en la producción de carne, y no está recibiendo en su bolsillo los cambios en el ovino.
Febrero se presenta con las majadas destetadas, momento de definición en la encarnerada, cuándo vender, cuándo retener, de manera que es importante hacer algunas reflexiones “para que aquellos que producen ovinos, que serán en 4 a 5 años quienes definirán acerca del destino del rubro, ya que el ingreso de nuevos productores al sector será muy difícil por los buenos valores que tienen los ovinos”, señaló a EL TELEGRAFO, el doctor Adolfo Casaretto.
El responsable técnico para el norte del país del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), sostuvo que “esta recuperación del ovino es sana y genuina, en cuanto a demanda sostenida, una potencialidad ilimitada y con precios de los productos consolidados y hasta históricos”. Aclaró lo de sana y genuina, porque la oveja “sale absolutamente sola y por sus propios medios de la prolongada crisis, dándole solidez a esta situación”.
Entiende que no hubieron políticas sectoriales de auxilio en estos 15 años para la oveja “y mucho menos políticas de Estado, subsidios, promociones impositivas, algún tipo de exoneración y devolución como sí lo tuvieron otros rubros, ya que no hubo plan ovino similar al plan forestal”.
“Tampoco los gobiernos municipales se acordaron de la oveja”, sostiene el profesional, mencionando el “rubro social que tiene esta explotación”.
El rubro ovino es netamente de exportación, “soportó el costo país, el atraso cambiario y el abigeato”, dijo Casaretto, quien insiste que la salida “es genuina y robusta”.
Estructural
“Esta mejora es estructural y de mediano plazo”, sostiene el profesional. “Ya asistimos a buenos valores pero por corto tiempo de los productos ovinos. Una mejora que está por fuera de coyunturas, siendo más de mediano plazo”. Los precios son realmente importantes. “Hoy estamos vendiendo en Paysandú lana Merino Australiano entre 9 y 10 dólares el kilo de vellón, el Corriedale a U$S 3,50, lo que se debe a que la lana dejó de ser un commodities para ser un producto de nicho porque no hay en el mundo. La lana ocupa sólo el 3% del comercio mundial de la fibra y está asociado a calidad, producto natural y mercado de valor, por lo que decimos que la lana va a seguir valiendo”.
Sobre la carne dijo que hay una demanda insatisfecha. “Tenemos un monstruoso mercado brasileño al lado con una potencialidad ilimitada, pero quedan por abrir mercados muy valiosos”.
Entiende que otro dato interesante es que en pleno verano, que es el piso de los precios de los ovinos, “los corderos están en el entorno de los U$S 4,20 a la carne, y las ovejas en casi 4 dólares”.
Indicó respecto a la situación del basalto, que la seca que nos viene golpeando cada 2 o 3 años con una frecuencia importante, debería incorporar al ovino, con una relación lanar-vacuno más ajustada a esta situación crítica forrajera. Además de bajar la carga, suplementar, hacer aguadas, reservas, el productor debe también readecuarse visto los nuevos precios, esa relación lanar-vacuno para estar más protegido”.
Precio
Casaretto sostiene que “hoy la oveja hace volúmenes de dinero. Siempre fueron claros sus números en cordero y lana, pero se le hacía la crítica respecto a que no hacía volúmenes de dinero. Hoy levanta su restricción histórica y ahora si cifra y hace caja”.
Citó como ejemplo que 6 ovejas –una Unidad Ganadera--, están por arriba de los U$S 400, similar al vacuno, que para poblar una hectárea una vaca también está en ese valor. Un camión de corderos vale muy similar al de uno de vacas gordas, en el entorno de U$S 20.000, modificando el formato de explotación que tenía el ovino”.
La valorización de los productos ovinos va a dificultar el crecimiento a partir de nuevos productores y quienes aún conservan sus ovejas son los que van a hacer crecer el sector, pero no va a ser rápido, por lo que la oveja va a seguir siendo valiosa”.
El técnico del SUL precisa que el productor “generalmente manejaba la oveja como la majada: hoy dado el valor individual de cada animal, va a tener que atender más particularmente el animal individual y la categoría en particular, manejándolos en lotes diferenciados, porque el valor individual lo justifica. No va a ser lo mismo: descolar corderos de 22 kilos que de 15 kilos; no es lo mismo encarnerar una borrega de 40 kilos que una de 30; no va a ser lo mismo tener una majada de peso adulto de 45 kilos que de 38”.
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