Rurales | 12 Feb El precio de la leche al consumo, actualmente fijado en 13 pesos uruguayos, preocupa a los productores, que vienen pidiendo una suba desde el año pasado. El precio de este producto lo fija el gobierno dos veces al año. La primera es el 1º de marzo --y luego en setiembre-- y es por eso que vuelve a estar el tema en la agenda del Instituto Nacional de la Leche (Inale).
Esta semana se reunió la Comisión de Comercialización del instituto y en esa instancia se expusieron los argumentos para justificar la suba, según comentó a Conexión Agropecuaria el representante de la ANPL en el Inale, Marcelo Bartesaghi.
El precio se mantiene hace dos años, señaló el productor lechero, cuando todos los demás productos al consumo han subido. Uno de los principales perjudicados de no ajustar el precio al mercado interno es Conaprole, que domina el abastecimiento de leche en el mercado local, frente a los que exportan la mayor parte de lo producido, dado el desfase entre leche cuota e industria a favor de esta última, explicó.
En cuanto a medidas para la sequía no hay novedades en lo que tiene que ver con el Inale. Han comunicado estas inquietudes y pedidos al MGAP que, según comentó Bartesaghi, está trabajando fuerte en el tema.
Por otro lado el Inale sigue trabajando en paralelo en los proyectos enmarcados en el Plan Estratégico. Uno de ellos es el de estrategias asociativas. En breve se hará un llamado a las gremiales para hacer un estudio de caracterización sobre este tipo de iniciativas --que incluye por ejemplo los campos de recría, maquinaria compartida, compra de grano húmedo-- para impulsar estos mecanismos que permitan aumentar la eficiencia de producción.
Otro de los temas que se está trabajando es el de la energía. En algunas zonas existe un problema relacionado con el tipo de energía disponible ya que en algunos casos el productor debe costear por su cuenta la modernización de las líneas para poder hacer uso de más potencia. Esto implica un desembolso importante, sin el cual quien produce ve limitada su capacidad.
Fonterra
Los precios de los lácteos licitados por Fonterra la semana pasada volvieron a registrar subas importantes, luego que en la última licitación de enero se mantuvieran prácticamente estables, salvo en el caso de la manteca.
El índice promedio de precios subió 7,2%, a US$ 4.246 por tonelada. La leche entera en polvo subió 5,7%, quedando el promedio para todos los plazos de entrega en US$ 3.995/tonelada, el segundo mejor valor desde que se iniciaran las licitaciones en julio de 2008, cuando cotizó en U$S 4.377 la tonelada. La leche descremada en polvo subió 8,5% --U$S 3.913/tonelada--, la grasa butírica anhidra registró la mayor suba, de 9,2% --a U$S 6.486/tonelada-- mientras que los sólidos de mantequilla no tuvieron operaciones.
Hubo subas para todos los períodos de contratos, a diferencia del evento anterior, en que para algunas posiciones hubo bajas. En el caso de la leche entera en polvo, la mayor suba fue para la entrega en abril, de 7,6%, quedando en U$S 3.974/tonelada, mientras que el mayor valor fue para la entrega de mayo a julio, U$S 4.035.
La tendencia al alza en los lácteos no escapa a lo que sucede con el resto de los alimentos. El índice de precios que monitorea FAO --que involucra además de los lácteos a la carne, cereales, azúcar y aceites vegetales-- registró un nuevo récord en enero --231 puntos-- superando 3,4% al pico anterior alcanzado el pasado diciembre.
Precisamente la suba de enero fue liderada por el alza de los lácteos, de 6,2%, sostenido por una “firme demanda global frente a una baja normal en la oferta proveniente del hemisferio Sur”, señala el informe del organismo internacional.
Argentina
El gigante francés Bongrain se quedó --luego que comprara el 54% de las acciones-- con la totalidad de la láctea santafesina Milkaut y tiró una piedra en el mercado argentino de lácteos, señala un artículo de Cronista.com.
Por estos días, las firmas tradicionales que operan en este negocio especulan sobre cuál será la amplitud de la onda expansiva que generará este cambio de manos en Milkaut. En un mercado que lideran SanCor y Mastellone, sigue en la lista otro grupo de empresas similarmente posicionadas entre ellas: Milkaut, la canadiense Saputo --que en 2003 le compró Molfino a Pérez Companc y es dueña de La Paulina-- y Williner (Ilolay). De todos modos, este negocio tiene tres grandes grupos de empresas: las dedicadas al mercado interno (como SanCor y Mastellone), las firmas con mayor participación de las exportaciones (como Nestlé y Saputo) y las PYME queseras, que son unas 850 en el país. Milkaut, como Williner, está posicionada en los tres segmentos del negocio y, tras la venta, tiene posibilidades de crecer en uno u otro sentido con la inyección de capital de Bongrain.
Como primera lectura sobre lo que podrá ocurrir tras el cambio de manos de Milkaut, si la intención de la venta fue inyectar capital cuando todo el dinero de la empresa se iba al pago de sus deudas, se puede esperar que Bongrain salga a captar más proveedores de leche en el mercado nacional para cubrir la capacidad instalada que compró y que estaba en desuso.
Esta medida afectará directamente a una de las mayores lácteas nacionales, SanCor, porque ambas comparten su geografía de operaciones: la zona central y norte de la cuenca lechera santafesina. Captar un buen número de tamberos sería cosa bastante sencilla, dicen en el mercado, si se ofrecen mejores precios o se acortan los plazos de pago.
Si la intención es competir en el mercado interno ganando participación, en un contexto de precios regulados por la Secretaría de Comercio Interior, las empresas locales deberían preocuparse no sólo por mantener a sus proveedores, sino a sus clientes nacionales, aunque la mayor amenaza vendría por la posible pérdida en el segundo grupo.
Si Bongrain decide afianzar el mercado de exportación, al manejarse con ingresos a valores internacionales que están en alza, tendría más poder para pagar mejores precios a los productores. Dentro de este esquema, incluso, la firma podría decidir producir sus especialidades en quesos y otros productos en el país y exportarlos. O también usar a la Argentina como simple lugar donde se origina la materia prima, esto es, leche en polvo, para exportar a sus plantas del mundo para que allí se elaboren los productos de mayor valor agregado.
Con poco más de medio siglo de vida, el grupo Bongrain lidera el mercado global de quesos y es fuerte en la producción y comercialización de cremas y manteca. Facturó casi US$ 2.400 millones en 2009 y procesó 3.000 millones de litros en el año. La firma, con 17.700 empleados, produce en Francia, España, Alemania, Irlanda, República Checa, Hungría, Polonia, Serbia, Ucrania, India, Japón y Egipto, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Chile y Argentina y, según comunicaron desde Milkaut, la nueva adquisición se enmarca en “un plan de expansión global en la región”.