Opinion | 06 Feb El experto Internacional de OPS/OMS y master en Seguridad Vial, Roy Rojas, sostuvo que el fallecimiento de 26 personas en accidentes de tránsito es un dato relevante y que Uruguay atraviesa un severo problema en esta área.
Estas afirmaciones, si bien no son novedad para nadie, no sólo confirman como valederas visiones que a veces se tachan de alarmistas sino que representan un llamado de atención de la comunidad internacional sobre la situación de nuestro país.
Señaló que en el último informe regional de la OPS para el Cono Sur, arroja datos alarmantes y que “en el caso de los motociclistas, se deduce que si no se aplica ya de forma rigurosa e irrestricta la utilización de un casco certificado, la mortalidad se disparará”.
Asimismo, llamó la atención sobre la necesidad de creación de una Policía de Tránsito Nacional que mantenga coordinación directa con las intendencias, así como de una “regulación estandarizada” en la que estén presentes todos los actores del riesgo representados bajo una normativa.
El experto dedicó un capítulo especial a la necesidad de realizar minuciosos exámenes y evaluaciones personales antes del otorgamiento de las licencias de conducir, dándole igual importancia tanto al conocimiento técnico y a la práctica como a la condición psicológica del conductor. En este sentido, expresó que “un automóvil es un arma cargada” y si quien lo conduce no está a la altura de esa responsabilidad, se potencian las posibilidades de que éste u otras personas protagonicen un siniestro vial.
Entiende que la fiscalización no debe ser vista sólo como un tema punitivo sino también preventivo y señaló que “la evidencia científica ha demostrado que sin una rigurosa y estandarizada fiscalización, no se arriba a buenos resultados en la temática vial”.
La concientización y educación en materia vial es necesaria pero no solucionará las muertes y graves accidentes que cada día se producen en el tránsito y requieren acciones inmediatas puesto que se trata de un tema de larga data, con pronósticos muy poco favorables si no cambian las cosas. Hay autoridades y organismos que son los responsables de generar esos cambios, controlar y sancionar.
En la medida que quienes deben ejecutar esas acciones no cuenten con el personal o recursos suficientes, seguirá el problema. Solamente reduciendo los factores de riesgo seremos capaces de encaminar toda esta cuestión hasta las soluciones que todos deseamos y son tan necesarias. Mientras tanto, nuestras calles y rutas seguirán siendo transitadas por veloces armas cargadas.