Opinion | 11 Feb Uno de los temas que se viene considerando desde hace tiempo es la gestión de residuos, toda vez que el Vertedero ya no aparece como una buena solución, más allá incluso de los problemas que se han verificado en su uso en los últimos años.
La gestión de residuos en una ciudad como Paysandú tiene desafíos importantes. Por un lado, no es lo suficientemente grande como para generar una cantidad tal que permita instalar emprendimientos para el procesamiento de la basura, tanto para su reciclaje como para otras opciones, por ejemplo la generación de energía. Pero al mismo tiempo genera 93 toneladas de residuos domiciliarios por día (promedio anual), lo que significa que hay unas 34.000 toneladas cada año. Esto hace que la solución de un vertedero no sea realmente eficaz.
Actualmente se conversa a nivel técnico en el Congreso de Intendentes sobre la posibilidad de establecer regiones para la gestión de los residuos. Eso abriría un mejor horizonte para que emprendimientos privados se hicieran cargo del procesamiento de deshechos. La Intendencia de Paysandú tiene varios ofrecimientos concretos ya realizados, y de hecho en algún caso desde la empresa privada se ha planteado que ellos podrían encargarse de la regionalización de los residuos, para permitir el funcionamiento de lo que quieren llevar adelante. Por ejemplo, para instalar una pequeña planta de energía eléctrica, utilizando un biodigestor, es necesario contar con al menos 200 toneladas diarias de basura.
No se trata de la única opción, por supuesto. Para recordar solo una más, puede establecerse una cooperativa de hurgadores para que recojan todos los materiales reciclables y los vendan, como ocurre en la localidad santafesina de Rafaela, visitada el año pasado por jerarcas municipales.
Lo que resta pues es comenzar a estudiar en profundidad las opciones, pero sin dilatar en el tiempo la decisión final, desde que se hace necesario mejorar la gestión de residuos. Una decisión regional sería una posibilidad, y Paysandú ya tiene empresas interesadas en el tema, dado que resulta evidente el elevado valor de los residuos, su casi nulo costo y su alta rentabilidad. Para los sanduceros, la mayor rentabilidad será una ciudad limpia y un medio ambiente cuidado.