Paysandú, Lunes 21 de Febrero de 2011
Locales | 15 Feb La compra de la mayoría del paquete accionario de Paylana es negociada por el grupo Leadgate Investment Corporation con los actuales principales de la empresa, Isaac Soloducho y sus dos hijos y el Banco de la República. Con los primeros es el precio final de los activos empresariales y eventualmente la permanencia de la hija de Soloducho en la empresa y el vínculo de su hijo, residente en Israel. Con el BROU se busca una quita del monto total de la deuda, que se estima alcanza una cifra superior a los 20 millones en moneda estadounidense.
A nivel local, la gerencia de Paylana no quiso hacer declaraciones, pero las negociaciones estarían ya avanzadas al extremo de poder concretarse en los próximos días, hecho que además sería necesario porque Paylana no tiene capital de giro suficiente para pagar los sueldos de los más de 500 empleados, los costos fijos industriales y además comprar materia prima para seguir trabajando.
Una empresa que vuela
Leadgate tiene negocios en Argentina y Uruguay. En nuestro país es el mayor accionista privado de Pluna, con el 75% de las acciones de la empresa aérea de bandera nacional, mientras que el Estado conserva el 25%. El propio Matías Campiani es el gerente general de la empresa aérea, y comparte su tiempo entre su oficina particular en Buenos Aires y las de Pluna en Montevideo.
Estos mismos inversores compraron hace algunos años la empresa láctea Parmalat (originalmente de origen italiano con capitales uruguayos y que en aquel momento tenía problemas financieros), convirtiéndola en Ecolat, la que luego de saneada fue vendida a un grupo brasilero.
Falló la línea masculina
También estaba interesada en la empresa sanducera el grupo textil italiano de Mateo Marzotto, dueño de las marcas Hugo Boss y Valentino, quienes vinieron tres veces a Uruguay, pero no concretaron la inversión esperada. Esta empresa confecciona y distribuye en los principales mercados --Estados Unidos, Europa y Latinoamérica-- una línea de ropa masculina, que es el punto débil de la producción de Paylana, y por lo cual se consideraba muy factible la capitalización italiana. Sin embargo, el anuncio hecho en febrero de 2010 --hace justamente un año-- no se concretó, pese a que los europeos vinieron a Paysandú en tres oportunidades.
En aquel momento, el gerente de Paylana, Julián Medina confirmó a EL TELEGRAFO que la posible asociación con los italianos implicaría no solamente inversión de capital, sino también el conocimiento de la producción textil y la colocación de la producción, que estaría destinada al mercado básicamente latinoamericano y sobre todo en telas para ropa masculina. Esto complementaría la actual producción de Paylana con su socio desde hace más de 10 años --también italiano-- Bonotto, que produce telas para ropa femenina “Amor Tessutto” destinada a los mercados de Europa, Estados Unidos y países asiáticos como Japón y Corea. Esa línea representa alrededor del 50 por ciento de la producción global de Paylana, que además bajó en los últimos tiempos por la crisis económica europea.
Se mantuvo a crédito
Sin embargo, la posible confluencia de Marzotto y Bonotto no cristalizó, por lo que Paylana debió aumentar su endeudamiento para permanecer abierto. Más allá de las posibles inversiones directas de sus propietarios --que no fueron confirmadas-- hubo al menos tres partidas por un total superior a los tres millones de dólares durante 2010, la última de ellas en diciembre con un millón de dólares para habilitar el pago de los aguinaldos y otros gastos.
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