Nacionales | 19 Feb La empresa de viviendas prefabricadas uruguaya “no incumplió” el contrato que mantiene con Venezuela, como afirmó una autoridad de ese país, que “no pagó por nada que no le haya sido entregado”, dijeron dirigentes de la firma.
“El contrato no se incumplió por nuestra parte bajo ningún concepto; está vigente y tenemos muy buen relacionamiento con las autoridades ministeriales, sobre todo el Ministerio de Vivienda y Hábitat de Venezuela”, declaró a la AFP Gastón Tealdi, gerente general de la Unión Metalúrgica Industria del Sur (Umissa).
El ministro venezolano de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, declaró ante la Asamblea Nacional de su país que Venezuela preveía exigir a Uruguay el cumplimiento de un acuerdo bilateral para el envío de viviendas prefabricadas que, según la oposición, no fueron construidas.
“Estamos con el contrato en funcionamiento; estamos enviando (material para el armado de las viviendas), en ningún momento incumplimos y en ningún momento Venezuela ha pagado nada que no hayamos entregado”, afirmó por su parte a la AFP el dueño de la empresa, Alejandro Lagrenade.
Desmintió de esta manera que el gobierno venezolano hubiera pagado el 90% de los 156 millones de dólares acordados en 2006 por el envío de 12.000 viviendas a ese país en un plazo de un año, como había trascendido en la prensa venezolana. Sostuvo que hasta la fecha fue enviado material para armar “más o menos 6.000” viviendas.
Tealdi explicó que estas demoras se debieron a “problemas burocráticos en Venezuela, que afectaron la ejecución del contrato”, así como “problemas de congestión en el puerto”, del que los componentes para “las viviendas no podían salir”.
Fue por esa razón, explicó el gerente, que las dos partes resolvieron modificar el contrato inicial, reduciendo de 12.000 a 8.000 las viviendas a entregar a cambio de que la empresa uruguaya asumiera las tareas de logística en Venezuela, aunque no de armado, por la misma suma inicialmente prevista.