Edil Rubens Francolino

Locales | 24 Feb El edil nacionalista Rubens Francolino planteó en la Junta Departamental que se haga llegar al presidente José Mujica una comunicación con la solicitud de que el mandatario transmita a su par argentina Cristina Fernández, en el próximo encuentro entre ambos presidentes, posibles soluciones para las trabas que se registran en el puente “General Artigas” y que afectan la disposición integracionista en ambas orillas.
Al explicar a EL TELEGRAFO los alcances de su moción destacó Francolino que hasta principios de la década de 1960 solo un servicio regular de lanchas ponía en contacto a Paysandú con Colón y Concepción del Uruguay, y que en la Junta Departamental surgió un movimiento que también integró, para incorporar autobalsas, hasta llegar al movimiento para la construcción de actual puente binacional.
Observó que éste “nos debería permitir en contados minutos estar del otro lado, y consideramos que nos pondría en camino de una real y efectiva integración. Pero nos equivocamos, fuimos burlados, y en lugar de incentivos para la comunicación, la hermandad, las regulares visitas, la salida en común hacia un mejor destino de la región, aparecieron las trabas, la burocracia y las exigencias absurdas y hasta ridículas que hoy nos impiden cruzar un puente con comodidad y libertad de tránsito a pesar de las gárgaras de ‘derechos humanos’ que suelen hacerse por parte de gobernantes de una y otra orilla”.
Sostuvo asimismo que el peaje “ha sido una implantación que se parece más a un castigo que a un reconocimiento a poblaciones que no hicieron otra cosa que dar lo mejor de sí, tiempo, trabajo e insistencia para construirlo y solo había que pagarlo (y nos preguntamos hasta cuando), por exigencias de su financiación a través de comprometidos préstamos internacionales (¿qué pasa con el de Salto que se cruza sin pagar?). Era a otros uruguayos, argentinos o viajeros de otras procedencias a quienes se les podía exigir y nunca a sanduceros y colonenses”.
Indicó que “también vinieron después decenas de disposiciones, prohibiciones, condicionantes que han hecho todo un drama el cruzar ‘el puente de la hermandad’ hasta imponerse una tarjeta vecinal de tan corto y triste alcance que no sirve más que para ahorrarse unos flacos pesos en el peaje pero sin gravitación alguna en la agilidad de los controles, que hace que nuestros vecinos para visitar un familiar, un enfermo, asistir a una fiesta de cumpleaños, sufran la condena de sumarse, sin derecho alguno, a colas kilométricas y demoras de cinco o más horas”.
Destacó que leyó en EL TELEGRAFO que los intendentes de Paysandú y Colón, Bertil Bentos y Hugo Marsó, han estado luchando “para combatir una burocracia absurda para facilitar ingresos y egresos para la Semana de la Cerveza y la Fiesta de la Artesanía, lo que es una barbaridad después de tantos años de tener que pedir permiso para cruzar sin tener que someterse a exigencias que suenan más a vejámenes que a controles”.
Subrayó que “no me resigno a que Paysandú, su gente, sus vecinos, políticos, periodistas, gobernantes, todos, no encaucen de una vez por todas la rebeldía que a veces no sabemos usar por dispersa, celosa o esporádica, y busquemos la forma de plantearnos firme y continuamente hasta lograr los fines perseguidos, hasta que el puente se transforme en aquel vínculo que soñamos”.
“Claro que también me cuesta buscar o encontrar el destinatario de estos reclamos, consciente de cuantos han puesto lo suyo para que el palo en la rueda sea efectivo: Inmigración, Aduana, ministerios, en fin, entreveros de contralor y burocracia de aquí y de allá”.
Consideró que “los únicos que a esta altura pueden actuar en la emergencia son los primeros mandatarios, que reu-niendo a todos cuantos están bajo su mando les impongan menos papeleo, normas cortas y claras, viables y efectivas para el tránsito vecinal que nos merecemos, donde casi todos nos conocemos y algún familiar tenemos”.
Por lo tanto mocionó que “mis palabras pasen a conocimiento de nuestro presidente José Mujica para que incluya el tema en la agenda de sus habituales encuentros con la presidenta argentina Cristina Kirchner y más allá de los saludos, no lo retire de sus planteamientos hasta lograr una solución definitiva que todos le sabrán reconocer como un acto meritorio de gobierno”.