Deportes | 20 Feb La premisa era ganar o ganar. Pegar primero en casa y luego definir la llave ante Artigas, por la segunda fase de la Copa Nacional de Selecciones de OFI, en la frontera. Pero no hubo caso: Paysandú perdió por 1 a 0 y ahora está obligado a dar vuelta la serie en la revancha.
Dicen que los goles se hacen, no se merecen. Y la frase, por más trillada que parezca, reflejó a la perfección lo que pasó en el primer tiempo. Es que Paysandú fue mucho más, dominó casi de principio a fin al actual campeón nacional, y generó no menos de cinco chances clarísimas de gol. Los sanduceros intentaron abrir la cancha, sorprender por las bandas aprovechando las subidas de García por un lado y Píriz por otro, encontrando en todo momento a un Colzada despierto, que jugó e hizo jugar a sus compañeros, para generar terror en el área rival.
Pero se pecó en la definición. Así, con Paysandú dominando el trámite, llegó un baldazo de agua fría: un centro llovido de tiro libre al área chica sanducera, terminó con un grueso error del meta sanducero Federico Acosta, que no pudo retener el balón y Moreira, que esperaba en soledad, capitalizó la sorprendente falla del golero.
El Estadio Artigas se enmudeció, porque nadie podía imaginarse la situación. Es verdad que Paysandú no se mostró seguro atrás (mejoró en el complemento), que a veces el equipo pareció estirado en la cancha, dejando algunos espacios en la mitad del terreno. Pero también es cierto que la visita no pesó, y que fue superada en todo momento por un equipo que no se rindió.
Los orientados por Esquivel fueron generando chances de gol, que se dividieron en los pies de Pons y Colzada, la gran figura sanducera del primer tiempo, al que el travesaño le negó el gol.
El ir e ir en busca del empate provocó, sobre los minutos finales, un error en la defensa que Acosta pudo conjurar para salvar su arco.
Estaba claro: para el complemento Paysandú debía mantener la actitud, mejorar la puntería y, además, controlar la ansiedad que pudiera provocar algún error.
Y ya en los primeros minutos quedó establecido que el local seguiría buscando el empate. Pero esta vez el golero artiguense tuvo un par de importantes intervenciones para darle tranquilidad a su equipo, que seguía mostrando oficio aunque apostando, casi que exclusivamente, a un contragolpe.
Paysandú comenzó a sentir el nerviosismo lógico, Artigas salió del asedio, y para colmo de males García dejó a los sanduceros con un hombre menos al ser expulsado sobre los 22’, cuando quedaba una vida por jugar. La visita se entonó, comenzó poco a poco a manejar el terreno, a mover la pelota y todo se complicó para Paysandú.
Acosta salvó un gol olímpico, y en el tiro de esquina consecutivo la pelota se estrelló en el ángulo izquierdo del arco sanducero.
Después todo fue dividido, Soria tuvo que redoblar esfuerzos en la mitad del terreno, a Chubrega le regalaron la permanencia en la cancha, pero Paysandú no dejó de intentar.
A tal punto que el ingresado Morales estuvo a centímetros de lograr el gol tras una vistosa jugada y Luzardo, otro al que apostó Esquivel, casi anota de tiro libre.
Pero no hubo caso: Paysandú desperdició 45’ iniciales casi perfectos, y terminó pagándolo caro aunque no lo mereció. STB