Locales | 24 Feb Ayer pudo verse en avenida Salto, próximo a la planta de Paylana y sobre la esquina con Setembrino Pereda, un camión que tenía prácticamente toda su rueda delantera izquierda hundida en el bitumen, así como parte de una rueda del eje trasero.
El camión, cargado de aserrín, estacionó en ese lugar en la noche del martes. La calle recibió el agua de lluvia que se introdujo en la hendidura que queda en la junta de las dos planchas de hormigón, que se colocan prefabricadas. Justo en ese lugar, en el marco de la obra de saneamiento que se ejecuta en varios puntos de la ciudad, había trabajado la empresa Espina en la colocación de dos caños que recogen agua servida de la llamada impulsión Estefanell, y que viene desde el barrio Purificación III, cruza por calle Ayuí y por Setembrino Pereda.
El agua de lluvia “se ganó” por debajo del pavimento, mojando la tosca y socavando la tierra y arena debajo del cemento. Con las varias toneladas del camión sobre esa losa, la tosca y la tierra fueron cediendo y se hundieron las ruedas. El camión fue finalmente retirado sin mayores problemas, en tanto ayer se coordinó con la Intendencia para la reparación de esa losa “corrida” por el agua de lluvia. “El problema no afectó la tubería”, dijo por su parte el ingeniero Irastorza, quien comentó que en los miles de metros cuadrados de trabajos en las calles sanduceras, es la primera vez que pasa un caso similar, y debe considerarse además que no es lo habitual que un camión cargado pase tantas horas estacionado en avenida Salto.
Sin embargo, durante la mañana de la víspera otro vehículo de carga, en este caso un camión de menor porte equipado con furgón térmico sufrió una situación similar mientras circulaba por Independencia al norte. Luego de cruzar calle Uruguay, una rueda delantera se hundió hasta el eje en una reparación de OSE sin pavimentar allí existente.