Nacionales | 02 Mar Ganas de Asamblea General
Parece que tendrá apoyo la idea del senador Luis Alberto Lacalle de convocar a una sesión especial de la Asamblea General para discutir el mensaje que el gobierno envió por su primer año de gestión. La mayoría de los sectores con representación parlamentaria coincidieron con la iniciativa.
Según Lacalle, este tipo de convocatoria parlamentaria es común en Estados Unidos donde el presidente se presenta una vez al año ante el Congreso y pronuncia un discurso sobre el estado de la Unión, y cuatro o cinco días después el partido de la oposición designa a un representante para responderle. Lacalle presentará su propuesta a la Agrupación Parlamentaria del Partido Nacional. Su planteo es visto con buenos ojos por el oficialismo y por el Partido Colorado. Incluso la coordinadora de la bancada de senadores del Frente Amplio, Susana Dalmás, dijo a El País que está de acuerdo con la propuesta de Lacalle. “A título personal, porque no tuve una reunión de bancada para intercambiar opiniones, no tengo ningún inconveniente. Cualquier debate sobre el estado del país es absolutamente de recibo”, dijo.
El líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, consultará en la interna colorada. Pero “en principio, que se haga un informe del estado de la nación nos parece que es bueno, pero vamos a ver dentro del partido cuál es la respuesta”, señaló. El presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, ya adelantó que está de acuerdo con que se realice un debate en la Asamblea General.
“Prendámosle una vela”
Y hablando de la mirada de la oposición, los partidos hicieron un breve balance del primer año de gobierno de José Mujica. Según informó La República, Pedro Bordaberry dijo que algunas cosas estuvieron bien, pero agregó que otras no le gustan. “Está bueno que haya resistido los embates desde dentro del Frente Amplio para cambiar la política económica. Astori seguí ayudándolo en eso, prendámosle una vela para que pueda seguir haciéndolo”, ironizó. No obstante, reconoció que solucionar el conflicto por el puente con Argentina “es algo que hay que reconocérselo”. Además, cuestionó que en materia de seguridad “no ha andado bien y nos perdimos un año en materia de educación sin tomar decisiones”.
Mientras que el senador nacionalista Jorge Larrañaga, dijo que “hay cosas bien y cosas mal como todo ser humano”. Como positivo destacó el restablecimiento de la relación con Argentina, el diálogo con la oposición, pero como déficit “la educación y la seguridad”. En tanto que Pablo Mieres dijo que los puntos positivos son tres: la capacidad de diálogo con la oposición y los acuerdos a los que arribó el primer año, la solución al conflicto con Argentina y la continuidad de una línea en materia de política económica. Sin embargo, criticó que “hay una gran distancia entre lo que se dice y lo que se hace”.
Sin plan de educación
El ex presidente Julio María Sanguinetti criticó duramente al gobierno por considerar que no tiene un plan de educación. Cuestinó que el gobierno de José Mujica nunca fijó objetivos en el tema ni eligió a personas con el perfil para una reforma moderna. “Se nombraron personas que serían del ambiente o por solidaridad política, pero no como ejecutores de un proyecto ya definido, de una idea ya definida. El resultado es que estamos hace un año discutiendo y no hemos avanzado hacia ningún lado, seguimos discutiendo, pero ni hay proyecto ni hay ejecutores convencidos. Esto siempre genera muchas resistencias, entonces necesita gente convencida de lo que hay que hacer”, dijo a radio El Espectador.
“Desgraciadamente con la malhadada ley de educación que se votó en el período anterior, en el gobierno del doctor Vázquez, nos encontramos hoy con una situación de parálisis porque se han incorporado al gobierno de la educación, gremiales que tienen una visión muy arcaica, en todo caso muy reñida con las necesidades de cambio que nuestro país y Latinoamérica toda tiene porque el déficit no es solo uruguayo”, indicó. “Hoy estamos inficionados de debates ideológicos y de debates presupuestales y acá lo que hay que tener es un rumbo claro para una educación más moderna y sobre todo, mucho más efectiva”, opinó Sanguinetti.
“Fuerte y clara”
Para Sanguinetti, el gobierno debería aportar una propuesta “fuerte y clara” para desbloquear la reforma pendiente en la educación: “Es el gobierno quien tiene que marcar la línea. Cuando nosotros proyectamos nuestra reforma dijimos: ‘¿dónde vamos a atacar? Fundamentalmente el tema inequidad, el tema injusticia’. Entonces dijimos: ‘¿lo primero qué es? La escuela de tiempo completo para que los chicos estén más horas, como no podemos con todos empecemos con las zonas más deprimidas, universalizar los preescolares para que el handicap de los chicos de cuatro y cinco años no se proyecte hacia delante y se congele frustrando para siempre sus posibilidades de desarrollo’. Lo planteamos, tuvimos oposiciones, algunas más razonables pero marcamos un rumbo y pudimos hacer muchas cosas, otras no”.