Nacionales | 26 Feb Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica, no firmaron ningún acuerdo sobre las trabas a las exportaciones uruguayas, sino que se comprometieron en forma verbal a que el plazo de 60 días de las licencias no se extienda y acordaron crear una comisión con funcionarios de ambos países para analizar los efectos que estas tienen sobre los productos de nuestro país. Además, firmaron el acuerdo para la instalación de una planta regasificadora binacional.
Mujica y Kirchner mantuvieron una reunión privada en la residencia presidencial de Olivos, en la que acordaron la instalación de una planta regasificadora que estará ubicada a 12 kilómetros de la costa de Montevideo. La planta flotante permitirá inyectar 10 millones de metros cúbicos por día --que podrían expandirse a 15-- para proveer gas natural a ambos países durante los próximos 15 años, a partir del 2013, según informó el gobierno en un comunicado. El proyecto había sido lanzado durante un encuentro entre ambos mandatarios en junio del año pasado, pero desde entonces había tropezado con “dificultades de todo tipo”, según había admitido Mujica esta semana.
Uno de esos escollos era la ubicación de la planta que finalmente “estará localizada, aproximadamente, a 12 kilómetros de la costa uruguaya, a la altura de la desembocadura del arroyo Solís Grande”, según el acuerdo firmado por el ministro de Planificación argentino, Julio De Vido y su par uruguayo (interino) de Energía, Industria y Minería, Edgardo Oruño. El emprendimiento tiene un costo estimado en 17 millones de dólares, inversión que aportarán ambos países.
El otro tema del encuentro fueron las recientes medidas para regular el flujo de las importaciones que impuso Argentina y que afectan las exportaciones uruguayas, según denunciaron industriales de nuestro país. Argentina, tercer destino de las exportaciones uruguayas, decidió ampliar de 400 a 600 los productos incluidos en el sistema de licencias no automáticas para la regulación de las importaciones con el objetivo de proteger al mercado interno de la competencia desleal. Según industriales uruguayos, la medida afectará sobre todo a productos del rubro textil, autopartes y alimentos y totalizará pérdidas estimadas en 135 millones de dólares anuales, un cuarto de las ventas a ese país. Tras una preocupación similar planteada por Brasil, la semana pasada Argentina acordó con el gobierno brasileño la exclusión de los productos de ese país de las limitaciones proyectadas y la conformación de una comisión bilateral de seguimiento del comercio.
Mujica se reunió con Fernández con el propósito de lograr la exención de Uruguay de las trabas a las exportaciones pero acordaron crear una comisión con funcionarios de ambos países para analizar los efectos de las trabas comerciales. El régimen de trabajo sería caso a caso para cada uno de los productos afectados por la demora en la concesión de las licencias automáticas de importación. El gobierno argentino se comprometió en forma verbal a que el plazo de 60 días de las licencias no se extienda. Por otra parte, Mujica participó en Buenos Aires en la inauguración de la Casa de la Patria Grande “Néstor Kirchner”, y en su discurso llamó a las nuevas generaciones a avanzar en la integración de América Latina, “esa vieja deuda de los libertadores”.
“No es la hora de los chovinismos, es la parturienta hora de juntarnos como puédamos”, afirmó Mujica, agregando que en América Latina se independizaron muchos países por no tener capacidad para construir uno solo, pero advirtió cierta oportunidad para conformar una entidad continental en el seno del proceso de globalización. “Ahora viene la más difícil, la de liberarnos de la cabeza, de nuestros miedos, de nuestros infantilismos, de creer que es coser y cantar”, agregó el mandatario.