OPINIONES

Locales | 27 Feb Un momento... Por favor...
¿Le suenan estas palabras?... pues días atrás me tomé el trabajo y la paciencia --reloj en mano--, de controlar el tiempo que me requiere para conseguir hora para una consulta médica en Comepa. Me llevó 40 minutos, sí, 40 minutos, y rediscando con el redial del teléfono cada un segundo, cada 2 segundos y alguna cada 3; y siempre daba ocupado. Evidentemente el teléfono estaba bloqueado o descolgado. Razonamos que para dar una hora no se necesita tanto tiempo y decimos esto pues, como rediscamos cada segundo, suponemos que nadie podía entrar antes que yo a la línea. Esta es una de las incongruencias --por decir algo no tan hiriente-- de las cosas que ocurren en Comepa, pero hay otras más graves. En el siglo XXI y en esta era de los adelantos comunicacionales, es inconcebible que si usted desea conseguir una hora para la consulta con su medico de referencia, para “tal mes” como él se lo indicó para su debido control, le digan: “para tal mes iniciamos a dar hora mañana” o “a partir de tal día de tal mes”. Esto es no tener la más mínima consideración con los usuarios. Y ya ayer tienen que pensar los directivos, en cambiar el programador del sistema, so pena de tener conciencia de que el ministro Olesker no los quiere nada. Lo que corresponde y tiene que ser es cuando el usuario sale de la consulta y el medico de referencia o cualquier otro le indicó que tiene que volver al mes o a los 3 meses (cuando se vence la tarjeta amarilla), ese mismo día se le otorgue fecha para la nueva consulta, como debe ser, para cumplir con uno de los eslógans de la entidad que dice: “te queremos ver sano”.
Y para esto no puede haber excusas en esta era de la computación y demás. El sistema actual no cumple en lo más mínimo con las reglas que se deben seguir en materia de prevención de todas las instancias para preservar la salud, ya que como se está actuando va contra ello y provoca las tan odiadas aglomeraciones, creando el ambiente propicio para el contagio de toda índole y aunque no se quiera, están a la orden de Comepa. En torno al tema salud, hay más capítulos para tratar.
Usuario observador

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Niño de la calle
Hoy me ha tocado escribir una de las historias que pasa en muchos lugares.
Hoy ví caminando por la calle, un chico con su mirada triste reflejada en una vidriera, mirando gente comer, niño de la calle que tan sólo estás, corazoncito triste, pancita vacía. Cuando en las noches extraña a sus papás, perdido en la calle busca qué comer, perdido en la calle busca a su mamá, el niño está llorando, sólo busca un hogar.
¿Cuántos de estos niños hay en todos lados hoy? … yo tan sólo tengo 16 años y pasé por eso, tampoco tengo un papá y una mamá porque en el cielo están, pero gracias a Dios he encontrado una familia que me ha dado una oportunidad para ser alguien mejor, pero y ellos? …
A ellos nadie los ayuda, sólo son rechazados por la sociedad, no entiendo por qué, pueden ser el futuro de un país y nadie los ayuda, todos pasan y lo miran y dicen pobrecito, pero quién les da un hogar para que ese o esos chicos no sufran de frío, hambre y soledad?
La verdad no entiendo cómo pretendemos ser un país del primer mundo si pasan estas cosas con esto, sólo lograremos sembrar más hambre y chorros. Luchemos por estos chicos. ¡Nos necesitan! Kevin 2010

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Gualeguaychú, La Haya y después
Durante cuatro años y medio debimos soportar bloqueos en los puentes del río Uruguay y la prepotencia de malos “vecinos”, que en la cabecera de los puentes decidían quién pasaba y quién no. Desde siempre nos enseñaron que esa potestad la tenían sólo los gobiernos. Lo más triste y por lo que personalmente siento vergüenza ajena, es que los medios de difusión masivos de mi país hayan publicado en estos años todos los exabruptos, mentiras, insultos, como este señor Roberto Maschesini, coordinador de la Asamblea de Gualeguaychú, que acusa a Mujica, presidente de los uruguayos, como déspota más que Tabaré.
Esto fue publicado sin ninguna acápite, ni ninguna información objetiva adicional sobre quién es este señor tan “importante”, que los diarios del Uruguay le publican sin que pague nada.
Creíamos que se habían “curado de espanto” con el fallo de La Haya y que nuestros diarios empezarían a publicar, a informarnos sobre contaminación que sí existe en la cuenca del río Uruguay a partir de la Zona Industrial, sobre una de las lenguas del río Gualeguaychú, a pocos quilómetros de su desembocadura en el Uruguay.
Algunas de las industrias instaladas en Avellaneda donde trabajaron varios obreros sanduceros y que volcaban sus desechos industriales en la mayor cloaca a cielo abierto de América llamada Riachuelo, fueron conminadas a reinstalarse en otra parte por los contaminantes y fueron a Gualeguaychú.
La movilización que aún continúa, siguiendo la técnica de los entrenadores de fútbol que dice “no hay mejor defensa que un buen ataque”, ya ha hecho planteos de que ALUR en Bella Unión expide mal olor y puede contaminar el río Uruguay. Nos gustaría que actuara la prensa uruguaya, nuestra prensa, tan dispuesta a informar con objetividad y no pasar papelones como la de haber publicado que se concentraron en el puente de Fray Bentos entre 150 mil y 200 mil personas.
Cuando un seminario hizo el estudio e investigación utilizando los medios y la técnica de Google Earth, contaron 3.600 personas.
Por respeto a los ciudadanos uruguayos y defensores de intereses nacionales al publicar los exabruptos que lesionan nuestra dignidad, si no investigó antes, que ponga el nombre de la agencia de noticias si es internacional, para que se haga cargo de las noticias y no pasemos por ingenuos o que nos agarren de giles.
Nos gustaría que publicaran nuevamente las declaraciones del anterior presidente de la Asamblea de Gualeguaychú, que alertaba sobre contaminación industrial y además que la laguna sanitaria de decantación de efluentes podía colapsar en cualquier momento, cosa que pasaron los años 2009/2010 y los coliformes nadaban en la playa como cualquier hijo de vecino. Después está el juicio del gobierno argentino a los integrantes de la Asamblea por hechos dolorosos que generaron, incluyendo algún muerto. Esa es otra noticia.
Agradezco al señor director la publicación.
Pedro Oleynik Leschenco CI 2.709.471-1