Escribe el Dr. Rodlfo Canabal

Locales | 01 Mar En la actual realidad de la enseñanza pública, existe en general acuerdo en señalar que ha tenido, en los últimos años principalmente, un descenso en su nivel de eficiencia, el cual ha generado que el Poder Ejecutivo haya formulado, ante los respectivos entes que tienen a su cargo tan importante servicio, la necesidad de abordar su mejoramiento a partir del estudio conjunto de su actual realidad. Tal planteamiento se ha hecho sobre la base de expreso y muy claro y público reconocimiento, de que se trata de una cuestión que los respectivos entes atienden ajustados a un régimen de autonomía que no se tiene el propósito de desconocer o afectar. Sin perjuicio de que el Poder Ejecutivo tiene facultades para formular observaciones, el planteamiento que en el caso ha realizado se debe considerar que ha sido muy bien encarado, por cuanto la trascendencia de la cuestión es muy grande, y el método propuesto adecuado para lograr mediante el estudio conjunto la aprobación de mejoras indispensables.
Si bien no se entiende necesario formular un detalle de los puntos principales que se han invocado para fundar tal iniciativa gubernamental, sí es pertinente decir muy sintéticamente que el resultado de las pruebas PISA, que realiza periódicamente la OCDE, que tuvieron la consecuencia de llevar a Uruguay del lugar 42, que se le había asignado en 2006, al lugar 47 de los 65 países analizados, tuvo sin duda importante incidencia en el caso, a lo que muy sucintamente se debe agregar el descenso sensible del número de estudiantes secundarios y el hecho, muy preocupante, del alto número de menores y jóvenes que no estudia ni trabaja. También las dificultades que derivan para el ejercicio de la enseñanza del número de docentes que debe ejercer sus funciones diariamente en varios liceos y el grado excesivo que tiene la antigüedad para determinar su ascenso escalafonario, temas éstos que han sido señalados como muy importantes precisamente por quienes por su calidad de docentes ejercen funciones en la dirección del Codicen.
En cumplimiento de tal propuesta del Poder Ejecutivo se reunieron Presidente, ministros y funcionarios vinculados a la materia con los directores del Codicen, con el Rector de la Udelar e integrantes de su Consejo Directivo Central, en lo que se ha referido como “cumbre” de la educación.
En dicho encuentro, aunque prolongado, que será continuado para el estudio de los diversos puntos por reuniones más reducidas, se tuvo el buen tino de no entrar al análisis y discusión de temas concretos, sino de formular en general conceptos amplios y ratificación de propósitos, o metas, relacionadas con la materia. Entre ellos, verbigracia, el presidente Mujica manifestó que el actual es el período de gobierno para la educación, y subrayó su preocupación sobre los gurises que no estudian ni trabajan; José Seoane, presidente del Codicen, dijo que se trataron todos los temas de la educación y que se debe reformular la carrera docente pero no sobre la base primordial de la antigüedad; el ministro Ricardo Ehrlich dijo que se está ante un compromiso nacional con la educación; el Rector Rodrigo Arocena expresó que la desigualdad para aprender o no, y la fuente contra la estratificación social, es el aprendizaje.
Si se tiene presente que prevaleció en general, según lo que como información ha trascendido, un criterio favorable sobre el futuro del emprendimiento iniciado; cabe expresar que se debe esperar de dicho proceso, que recién se pone en marcha, la concreción de muy importantes acuerdos que transformen muy positivamente la educación pública. Pero es menester también recordar que la naturaleza y trascendencia de los asuntos a abordar, y su complejidad, determinarán sin duda que no podrá haber en general resultados inmediatos.
Considero además que las reservas que desde el sector sindical han trascendido sobre el proceso iniciado seguramente han de aplacarse cuando se entre al abordaje de las cuestiones sustanciales que serán lo fundamental del proceso iniciado.