Paysandú, Lunes 07 de Marzo de 2011
Locales | 07 Mar Los 90.000 kilos de residuos domiliciarios que genera la ciudad de Paysandú son depositados en el vertedero municipal ubicado junto al arroyo Juan Santos, en el camino a Casa Blanca. El lugar, que en el pasado llegó a tener certificación de calidad y el nombre de “Relleno Sanitario Nº 1”, se ha convertido en un basurero a cielo abierto en el que los desperdicios no se entierran y pululan las bolsas de nailon.
Eso no es todo: también se instalaron allí numerosas personas que han hecho del lugar domicilio y sitio de sobrevivencia. El asentamiento tiene unas 60 familias, según estimó tiempo atrás el director general de Servicios, Emilio Roque Pérez.
“Se ha convertido en un pueblo”, reconoció el director de la Unidad de Gestión Ambiental, licenciado Martín Appratto, quien sostuvo que revertir esa situación “no será sencillo” y adelantó que los primeros pasos para recomponer la situación será la convocatoria a empresas privadas para que provean maquinaria para compactar y cubrir la basura y, por otra parte, un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Programa Uruguay Clasifica para instalar en el lugar un sistema de circuito limpio en el que trabajarían unos 25 clasificadores.
SIN MAQUINARIA NI GESTIóN
Según dijo Appratto a EL TELEGRAFO, el vertedero carece actualmente de maquinaria y “como la de la Dirección de Obras está permanentemente ocupada en tareas que se realizan en toda la ciudad y el resto del departamento, estamos viendo la posibilidad de pedir precios a empresas privadas”. Se necesitaría un bulldozer, retroexcavadora, camiones y una pala niveladora.
“Lo que era el relleno sanitario está convertido en un lugar horrible, es un basurero”, dijo. Añadió que así se encontró al asumir la actual administración municipal y que es evidente que hace bastante tiempo que “se empezó a tirar en cualquier lado”. “Como no había maquinaria se dejó de compactar y cubrir. Es un mar de bolsas”, graficó.
Dijo que de encontrarse la forma de contar con maquinaria, un bulldozer debería apretar lo más posible el colchón de basura existente y luego es necesario cubrir lo compactado con tosca. “No estamos hablando de hacer celdas ni chimeneas, es simplemente compactar para ganar espacio físico y evitar el problema social y de seguridad que implica la presencia de tanta gente que se ha metido ahí”.
PROBLEMA SOCIAL
Según la apreciación de Martín Appratto, el vertedero hoy es casi “un pueblo”.
“Hay muchas familias, incluso con niños, y como treinta personas que siempre andan a la vuelta entre la basura. El alambrado perimetral ya no existe más. La gente y hasta los caballos entran por atrás”, dijo al preguntársele si no hay funcionarios que impidan el ingreso. “Es un problema de muy difícil solución”, agregó.
No obstante, ya se cuenta con materiales para realizar el cercado a nuevo de todo el predio y está en redacción un convenio con el Mides para que parte de las personas que viven en el lugar se sumen a un proyecto de clasificación de residuos en circuito limpio y procurar que los clasificadores que entren al relleno sanitario sean sólo los que trabajen allí.
CIRCUITO LIMPIO
Además de la instalación de un punto de clasificación limpio en un galpón, el convenio prevé la construcción de batería de baños y duchas, así como una caseta para el control del acceso. “El predio será cercado nuevamente y los clasificadores tendrán participación en el programa de gestión de residuos”, dijo Appratto.
El convenio será firmado entre la Intendencia y el Mides, con coordinación de acciones en el programa del Programa Uruguay Clasifica (PUC), que participará en las políticas municipales de gestión de residuos urbanos que se instrumenten. El punto de clasificación funcionará bajo supervisión técnica municipal en lo que respecta a la gestión de residuos y bajo la supervisión técnica del Mides y del PUC en lo que refiere a la inclusión social de clasificadores de residuos.
En este marco, el Mides aportará materiales para la construcción de alambrado olímpico perimetral en la zona donde estará el galpón, la oficina de portería y guardia de seguridad; el piso de material para el desarrollo de la tarea de los clasificadores y la construcción de dos baños, dos duchas y dos vestuarios en el galpón del relleno sanitario que será de uso exclusivo de los clasificadores participantes en el proyecto.
La secretaría de Estado también construirá un galpón en el barrio Curupí --donde hay otro punto de clasificación de otro circuito limpio--, de uso exclusivo por clasificadores integrantes del proyecto, también alambrará el lugar y construirá piso de material, dos baños, dos duchas y dos vestuarios con sus correspondientes sistemas de tratamiento de efluentes. A su vez, aportará en comodato una prensa, 10 carros, 2 balanzas, 10 bicicletas con destino a los clasificadores y 34 uniformes.
En tanto, la Intendencia incluirá en su gestión de residuos sólidos urbanos las acciones de los clasificadores, apoyará proyectos de circuitos limpios y proporcionará supervisión técnica, mano de obra para la construcción del galpón previsto y energía eléctrica, agua y saneamiento.
Se creará una unidad de coordinación y seguimiento integradas por representantes de la Intendencia y el Ministerio de Desarrollo Social
El Mides implementa a escala nacional el proyecto denominado “Desarrollo de capacidades e infraestructura para clasificadores informales de residuos urbanos en localidades del interior del Uruguay”, financiado por el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) y el Programa Uruguay Clasifica, que se nutre de fondos presupuestales.
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