Opinion | 07 Mar La agencia uruguaya de noticias UyPress informó de una nueva modalidad para asaltar a automovilistas: desde el costado de la ruta, o de algún puente aledaño, se estrellan algunos huevos contra el parabrisas del auto; el conductor inmediatamente activa el limpiaparabrisas. Y allí está su error porque el agua y el huevo forman una sustancia lechosa que impide la visión y obliga al conductor a detener el auto. De esta manera los ladrones generan su oportunidad para asaltar el vehículo y de paso reducen la gravedad de las acusaciones en caso de ser detenidos tirando huevos. En las redes circulan varios mensajes alertando sobre esta modalidad delictiva.
Mientras El País informó que han cambiado los códigos de venta de la pasta base de cocaína, y ya no se usan más los championes colgados en los cables de UTE. Además, en los allanamientos, los vecinos de las bocas de venta se ponen cada vez más violentos con la Policía y los narcotraficantes apuestan a laboratorios locales.
La delincuencia cambia de modalidades y parece que los delincuentes se sientan a pensar en sus estrategias mientras que la Policía corre desde atrás intentando ponerles freno. Y el Ministerio sigue “preparándose” para combatir la delincuencia. Según El Observador, en su memoria anual del 2010, el Ministerio del Interior señaló que el que pasó fue un año “preparatorio” en el que se sentaron las bases de un “nuevo modelo” de seguridad pública. El ministerio reconoció que el delito de rapiña siguió creciendo e impactando fuertemente en la población “sin que las acciones policiales logren mejorar sus resultados” y que el “modelo carcelario sigue generando altos índices de reincidencia”. Los planes del Ministerio del Interior para este año en materia de seguridad se centran en la prevención y represión del delito, para lo que ingresarán unos 800 policías que cumplirán tareas en las calles, además de los 1.000 que podrán pasar del Ejército, previa capacitación y cuyo proceso aún está en gestiones.
El Ministerio del Interior está afectado por la lentitud que caracteriza al Estado uruguayo y se muestra incapaz de tomar medidas rápidas contra la inseguridad pública. Mientras tanto, los delincuentes actúan con rapidez y perfeccionan sus métodos, dejando a los ciudadanos cada vez más vulnerables a su accionar. ¿No será hora de pensar con rapidez y adelantarse a los delincuentes?