Medidas gremiales

Locales | 10 Mar Mientras en Montevideo ya escasean las garrafas de supergas de 13 kilos y hay distribuidores sin el producto, en el Interior todavía hay depósitos que permitirán el normal servicio al menos hasta la semana que viene. En el caso de Paysandú, de las cuatro empresas distribuidoras, hay una con el depósito completo, ya que recibió camión el martes; otras dos que tienen stock hasta mañana viernes y la cuarta solo hasta hoy, aunque esperan que el camión llegue esta tarde o mañana, si hay acuerdo en Montevideo. Desde la semana pasada, los trabajadores de las empresas envasadoras de Montevideo están trabajando a medio horario, por lo que ya había mermado sensiblemente la producción y los depósitos.
Oficialmente sin avances
Entre el martes y ayer hubo varias reuniones entre representantes de los envasadores de Gas Licuado de Petróleo (GLP) --Acodike, Ancap, Riogas y Megal-- trabajadores y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social pero los avances “fueron casi nulos”, dijo a EL TELEGRAFO una fuente empresarial. El conflicto está enmarcado en dos aspectos de la negociación colectiva por el Consejo de Salarios.
En cuanto a los sueldos, los trabajadores piden que se considere el incremento del 100 por ciento del IPC al aumento que correspondería.
En cuanto a condiciones de trabajo, reclaman que las garrafas que se venden con 13 kilos de supergas y alcanzan un peso bruto de entre 28 y 30 kilos con envase, sean más livianas, llegando a los 25 kilogramos, el mismo peso que se negoció entre trabajadores y cementeras para las bolsas de portland y aún no se hizo efectivo.
Alguien debe pagarlo
La solución, para los trabajadores, es cargar las garrafas -ahora de 13 kilos- con 8 kilos de gas, para así dejarlas más livianas.
“Eso significaría menos rentabilidad para los distribuidores, y sobre todo los del Interior, porque pagaríamos más por el flete al necesitar más garrafas para la misma demanda”, dijo uno de los empresarios sanduceros consultados por EL TELEGRAFO.
Habría alternativas en envases más livianos hechos con una aleación metálica que no supera los 8 kilos de peso de envase, por ejemplo la oferta de la fábrica de envases de gas de Brasil, actualmente proveedora de las garrafas uruguayas.
Sin embargo, según supo EL TELEGRAFO, el costo de esas garrafas más livianas es un 50% más alto que las que se consumen ahora, y que se venden vacías a dos mil pesos. “El problema es la cantidad de garrafas que hay y el costo que tendría sacarlas de circulación y comprar nuevas”, dijo uno de los distribuidores.
Se estima que en todo el país hay más de dos millones de envases de 13 kilos.