Ricardo Rocha

Rurales | 05 Mar El rubro ovino es muy importante en estos momentos para los campos de basalto superficial. Con los interesantes valores de la carne y la lana, el productor desarrolla su actividad con otro estado de ánimo y se “anima” a buscar variantes, como lo hace Ricardo Rocha, quien sostuvo a EL TELEGRAFO que en esta zona “no nos queda otra que producir un producto diferenciado para poder seguir viviendo en el campo”.
El establecimiento del productor sanducero conocido como “Capataz Viejo”, está ubicado en la zona de Paso del Parque, en el departamento de Salto. Son 650 hectáreas presentando un Índice Coneat 50, “el que es muy bajo en el basalto superficial, y al ser un campo de piedra impide hacer por ejemplo, agricultura”.
Rocha presentó en la jornada promovida por el Plan Estratégico del Rubro Ovino en la rural de Paysandú, su experiencia de producción de lana fina en campos de baja productividad.
“Desde hace 10 años que compro carneros afinadores, siempre de la cabaña de Fros al lado de mi predio, para mejorar la genética de mi majada”, señaló. Aclaró que es un campo de baja productividad “pero de pastura fina que al tener un buen clima logra un interesante potencial. Al aparecer las primeras heladas y la seca es cuando más se siente el impacto, pero que a la primera lluvia repunta rápidamente”.
En cuanto a la última zafra, recordó que el año pasado “fue mucho más lluvioso bajando un poco el promedio comparado con los últimos ocho ejercicios, que siempre osciló entre los 4,100 kilos o 4,200 kilos por vellón. En esa ocasión se logró un promedio de 3,900 kilos por animal”.
En cuanto al micronaje, el productor destacó que se bajó a 18,2 micras, lo que cambia en forma positiva los números, tanto en la venta, pero también en las ganas de seguir trabajando”. En la evolución del diámetro, en adultos pasó de 20,55 micras del año 2009 a 18,8 el año pasado, mientras que en la borregada, en 2009 era 17,9 micras y el año anterior 16,9, de acuerdo al laboratorio de lanas del SUL. En el resumen de los últimos tres ejercicios presentado por Rocha, se establece que la señalada en el establecimiento es de 85% y que el ingreso neto es de U$S 42 por hectárea.
Actualmente cuenta con 1.565 Merino Australiano (alrededor de 2,5 unidades por hectárea), que son: 20 carneros, 580 ovejas de cría, 405 corderos y corderas, 275 borregos diente de leche y dos dientes y 285 borregas diente de leche y dos dientes. En cuanto a los vacunos, son cruza Aberdeen Angus. Posee 364 reses: 9 toros, 180 vacas de cría, 35 vaquillonas de 1 a 2 años y 140 terneros y terneras. La relación ovino-vacuno es 4,3.
Respecto a la caracterización del sistema productivo ovino, entre las decisiones más importantes está el aspecto sanitario. En cuanto a parasitosis interna se realizan dosificaciones estratégicas; parasitosis externa: baño de inmersión anual; podales: sin pietín, baños estratégicos.
La encarnerada se efectúa del 10 de marzo hasta el 25 de abril. Se esquila los borregos a fines de agosto y la majada en la primera quincena del mes de octubre. Aclaró que los corderos y borregos “se venden habitualmente para la exportación y el refugo de las ovejas viejas se trata de llevar capitalizado para engorde”.
Los borregos –siempre alimentados a campo natural--, fueron embarcados con un peso de 35 a 36 kilos, en tanto que los corderos al destete oscilan en los 25 kilos”, dijo Rocha.
Rol del ovino
Sobre las fortalezas y ventajas del ovino en el establecimiento, Ricardo Rocha destacó en su exposición el “gusto hacia el rubro”, la seguridad de que “la oveja siempre está”. Además, es un sistema “conocido y fácil, que brinda confianza en su aplicación”, pero por sobre todas las cosas, “la oveja nunca da pérdidas”. Un aspecto a tener muy en cuenta es la radicación en el predio y la dedicación. Se logra buena producción y estabilidad; los costos son bajos y muy ajustados, lográndose un ingreso neto alto en relación al suelo, a través de la lana fina.
Futuro
Al brindar una reflexión sobre el futuro, queda claro que “el planteo base va a estar siempre y la mejora futura será en base a los valores del mercado”.
En el rubro lana se pretende afinar lo más posible sin descuidar los demás atributos. En el rubro carne “puede entrar la suplementación para engorde de acuerdo con la relación de precios grano/carne ovina”.
También queda claro que las tecnologías a adoptarse, siempre deben ser de bajo costo y fácil aplicación.