Paysandú, Viernes 18 de Marzo de 2011
Nacionales | 11 Mar “Es necesario que los militares controlen el acceso a las prisiones, para evitar el ingreso de drogas y armas, sin que la Policía pierda soberanía”, reiteró el Presidente Mujica. El mandatario habló de la situación carcelaria, dijo que no debe idealizarse ni creer que se arregla con “verdugueo inútil”. El grueso de la gente puede encausarse y hay que luchar por eso, sin estigmatizar a nadie, reflexionó.
El residente de la República, José Mujica, se refirió a la situación carcelaria y a la muerte a tiros de un recluso en el Penal de Libertad. “Tuvo que ocurrir en estos días un asesinato en una cárcel para que gráficamente Uruguay notara que era posible que hubiera armas poderosas en manos de presos en una cárcel de alta seguridad, en un recinto que se supone está férreamente controlado por las fuerzas policiales”, argumentó.
“Sabíamos de alguna forma que estas cosas pasaban. Teníamos indicios y no nos hacíamos los tontos, sabíamos con pruebas mucho más concluyentes que entraba droga y circulaba. Sabíamos que el peso de los hechos no puede achacársele livianamente al sistema de visitas, a los familiares”, dijo. Tenían claro, además que un cuerpo tan grande como la Policía y digno en términos generales, podía tener en su seno –como cualquier organismo grande- una falla en algún funcionario, alguna excepción.
Oportunamente y hace meses “recomendamos personal y reiteradamente al ministro del Interior que había que trabajar para que las puertas de las prisiones, es decir el acceso de las personas, pudiera ser eventualmente controlado por parte de las Fuerzas Armadas”, indicó. Se llegó a esa conclusión porque es obvio que si entran armas y drogas es por la puerta, añadió.
“No podemos estigmatizar a los familiares ni al conjunto grande que compone la Policía. Acá viene la falla de carácter individual frente a la cual no hay receta conocida. El control de otro cuerpo, de otra disciplina era esencial, lo que no significa que la Policía pierda soberanía ni significa fascistizar nada, es nada más ni nada menos que una medida de seguridad que a la larga van a tener que agradecer los buenos policías y la seguridad en general, empezando por la ciudadanía”, sostuvo el mandatario. Se necesitan herramientas que son caras y que deben funcionar en la puerta para tener un claro relevamiento de lo que entra y sale, dijo.
Cuando se discutió el tema en su momento opuso resistencia en la Policía y en las mismas Fuerzas Armadas, lo cual está bien, teniendo en cuenta –en el último caso- que se trata de un trabajo “feo”. Asimismo, generó resistencia en parte de la opinión pública, lo que también es una garantía, indicó Mujica quien considera que se está ante una emergencia y que se debe encontrar la forma de derrotarla, sin “hacerse los tontos”.
En su momento se planteó la necesidad de que el personal policial de las cárceles –el grueso, no todo- debía rotar. “Lo seguimos pensando aunque no lo podamos instrumentar, porque no existe en el mundo la vocación de carcelero, es una especialidad que si se alarga con el tiempo tiende a alterar a cualquier persona normal”, dijo. “Cuando la rutina y el tiempo se combinan con alguna excepción de debilidad humana, la tentación a la corruptela está en cada rincón de una cárcel. La falla de alguno se puede arrastrar por mucho tiempo, y esa falla termina sepultando todo lo correcto que pueda tener un sistema y que haga muchísima gente que funciona con dignidad”, añadió.
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