Nacionales | 17 Mar Reproche de Pereyra
Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga volvieron a ser criticados en la interna del Partido Nacional. Ahora fue el dirigente Carlos Julio Pereyra quien salió a cuestionar a los líderes nacionalistas por considerar que “disputan la hegemonía” partidaria afectando la planificación de “una acción unitaria”. El veterano dirigente, que lidera la nueva corriente denominada Tercera Vía, también criticó a los líderes de Unidad Nacional y Alianza Nacional porque considera que “actúan distinto y acuerdan distinto con el gobierno” del Frente Amplio.
Según publica El País, Pereyra dijo a radio Fortaleza de Rocha que Lacalle y Larrañaga “se equivocan cuando empiezan en estos momentos a pugnar por la hegemonía partidaria y la futura candidatura presidencial, a cuatro años de las elecciones”. Afirmó que “se consolida la necesidad de una Tercera Vía en el Partido Nacional”, como forma de “dar cabida a los blancos que se niegan a estar encasillados en grupos que responden a la voluntad de una persona”. Esos nacionalistas “están convencidos de que el Partido Nacional debe tomar otro rumbo, que no es el llevado adelante por sus dos principales dirigentes”, acotó.
Pereyra está convencido de que no se debe perder tiempo en luchas internas, “como la que se está llevando a cabo en el Directorio entre dos dirigentes que por más prestigiosos que sean, no pueden disponer por sí mismos del partido”. Aclaró que no reclama ninguna posición sino que reivindica el derecho de opinar públicamente sobre una situación del partido que considera “inconveniente, porque debe enderezarse el camino, para servir al país y ser instrumento de solución a los problemas nacionales”.
Más discrepancias blancas
Pero Pereyra no es el único que critica a Lacalle y Larrañaga por las diferencias que mantienen en la forma de encarar la oposición. Lacalle planteó nuevamente en la reunión de bancada su propuesta de convocar a una reunión de la Asamblea General para debatir sobre el primer año de gestión de José Mujica. Sin embargo, Larrañaga opinó que no es “prudente” un debate en momentos que el gobierno “está siendo beneficiado” con un empuje económico. Informa Observa que los diputados herreristas Jaime Trobo y Gustavo Borsari apoyaron la propuesta de Lacalle. Pero algunos legisladores pidieron que se les otorgara la oportunidad de hablar a todos los parlamentarios cuando llegue el momento de la discusión. El senador Eber Da Rosa advirtió que era preciso “hilar muy fino” en el debate. “No podemos enviar un mensaje para que le caiga simpático a los militantes y que no le llegue a la opinión pública. Todos sabemos que estamos ante un gobierno que tiene una situación económica nacional y regional que lo está favoreciendo”, dijo. Señaló que se debe tener cuidado en no ingresar a la discusión de asuntos que tocan “puntos débiles de este gobierno pero que también fueron puntos débiles de los anteriores”.
Cero en empatía
Familiares de víctimas de la inseguridad manifestaron frente al Palacio Legislativo y fueron recibidos por legisladores de todos los partidos, a quienes presentaron un documento con doce propuestas. Hasta ahí todo bien. Pero lo que nadie esperaba es que hubiera tensión en la reunión y que el diputado oficialista Carlos Gamou no mostrara ni una pizca de empatía con la realidad de estas familias y tuviera que retirarse debido a sus cuestionamientos. Aunque no fue el único que debería ser calificado con cero en esta materia.
Legisladores blancos y colorados salieron de sus despachos para escuchar los reclamos, mientras que diputados oficialistas como Alfredo Asti, Sebastián Sabini, Álvaro Vega y Jorge Pozzi cruzaban la Avenida de las Leyes sin detenerse. El diputado emepepista Esteban Pérez, por su parte, cuestionó a sus colegas y dijo a El Observador que es inadmisible “hacer política con el dolor”. Y el colorado Germán Cardozo respondió que esa actitud es “la justificación perfecta de los que no hacen nada para que las cosas cambien”.
Los manifestantes hicieron sus reclamos, criticando duramente al gobierno y luego algunos representantes subieron al despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Luis Lacalle Pou, quien los recibió con un diputado de cada partido. Participaron de la reunión, además de Lacalle Pou, el frenteamplista Carlos Gamou, el nacionalista Gerardo Amarilla, la colorada Graciela Matiaude y el independiente Iván Posada. Plantearon a los legisladores que ellos tienen “la responsabilidad, el poder y la fuerza” para resolver la situación. Pero la reunión fue aumentando de temperatura. Gamou les propuso que pidan ser recibidos por las comisiones especializadas del Parlamento pues el despacho del presidente de la cámara no era “el ámbito más adecuado” para realizar estos planteos. Pero esto generó malestar dado que esperaban respuestas. “Este documento que presentamos se ve que no tiene valor”, dijo el padre de una víctima. “No voy a discutir, recibimos el documento con mucho gusto”, dijo el legislador y se fue.