Locales | 18 Mar “Estamos en la fecha del cumpleaños de Italia”, dijo el vicecónsul italiano en Paysandú (con jurisdicción también en Artigas, Salto y Río Negro), Vittorio Castagno, en plaza Artigas, donde aunque bajo llovizna, se cumplió el primero de dos actos con que se recordó el centésimo quincuagésimo aniversario de la Unificación de Italia, concretada el 17 de marzo de 1861.
Con la presencia del intendente Bertil Bentos e integrantes de la colectividad italiana, se depositó una ofrenda floral ante el monumento a Artigas en la plaza homónima, donde Castagno hizo uso de la palabra. Recordó brevemente “la Primera, Segunda y Tercera Guerra de la Independencia”, ocurridas en 1848, 1859-1861 y 1866 respectivamente, “en pos de la unidad, que se concreta en realidad en 1861”.
“Uno de los elementos que llama la atención es que se hace con la presencia de un rey, en contraposición con los grandes pensadores italianos de principios de 1800, que eran republicanos”, agregó Castagno y explicó que eso se debió a que “se dieron cuenta de que para unir siete estados gobernados por diferentes influencias y maneras de ser, la monarquía constituía un primer paso para lograr una Italia estable”.
Asimismo recordó que en 1861 “la Italia unida no era como la que conocemos hoy. Con solo mencionar que Roma entonces no pertenecía a Italia está todo dicho”.
La hoy capital italiana fue tomada en 1870 y entonces unificada. Castagno subrayó asimismo que “en realidad hablamos de la unidad italiana, desde un punto de vista geográfico, recién desde 1945 en adelante, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, a raíz del tratado de París, cuando sufre la amputación de Dalmacia y y las islas del Adriático”.
Desde 1861, concluyó Castagno, “nos convertimos no en ciudadanos piamonteses, sicilianos o florentinos, sino en ciudadanos italianos”.
Posteriormente, en el monumento a La Loba Luperca, que según cuenta la tradición amamantó a Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y Rea, integrantes de la colectividad italiana en Paysandú colocaron otra ofrenda floral, siempre bajo una persistente aunque tenue llovizna.