Pedro Otegui

Rurales | 24 Mar El reconocido empresario de la industria lanera de nuestro país, Pedro Otegui, señaló a EL TELEGRAFO, que Paylana es una empresa que “produce muy buena calidad, que tiene un muy buen nombre ganado en el mundo, por lo que sería un crimen que Uruguay y Paysandú en particular, pueda perder una industria como esta”.
Sostuvo que “actualmente estamos todos aguardando que Paylana tenga un buen tránsito entre la empresa de hoy y la que pueda administrarla en el día del mañana y que Uruguay no pierda la última gran tejeduría que tiene. Son 60 años de historia de esta empresa sanducera”.
Acotó que “con costos normales y razonables, es una industria que tiene lugar en Uruguay y produciendo para el mundo”.
El empresario que habitualmente participa de las jornadas de productores vinculadas directamente al sector de la lana, entiende que dentro de lo que es la actividad textil en Uruguay y separando las distintas áreas de influencia, “por un lado está lo que sucede a nivel de campo con el productor, luego de la cosecha de lana, es cómo sale o cómo sigue el proceso de esa lana dentro del país”.
Puntualizó que hay lana que se exporta como lana sucia, hay un sector que lava y peina lana, el sector que hace tejidos, y finalmente algunas empresas que están en el área de la vestimenta.
Para Otegui la mayor parte de la lana que Uruguay produce y exporta “es la forma de lana peinada, donde Uruguay es el segundo exportador del mundo detrás de China, con lo cual en este segmento de la industria, nuestro país tiene plantas muy competitivas, con muy buen nivel de tecnología incorporada”.
“Nuestro país contaba por encima del peinado con una muy buena industria del tejido, donde tal vez la principal diferencia entre el peinado y el tejido, es que el peinado requiere de inversiones muy importantes de maquinaria, con relativamente menos cantidad de gente trabajando en forma directa. Cuando saltamos al tejido es a la inversa, menos inversiones en máquinas, más allá que son importantes, pero es una industria altamente demandante de mano de obra”, dijo.
Lo que ha asistido Uruguay en los últimos años, “lamentablemente lo hemos visto en el sector textil y otros. Es que cuando más valor agregado incorporan en el país, los costos van afectando más, realidad de la que no escapa el sector textil”.
Para el empresario uruguayo “es claro que en Uruguay es caro producir en dólares y agregar valor. Esto lleva a que queden menos empresas en la vestimenta, en el caso de las tejedurías”.
“Probablemente algunas de esas empresas que cerraron en Uruguay, con otro entorno macroeconómico y otros costos del país, seguramente no hubieran cerrado; es lo que uno cree de acuerdo a la realidad de los últimos años”, precisó Otegui.