Opinion | 22 Mar Hacer frente a la creciente necesidad de agua en las ciudades es uno de los retos más apremiantes de este siglo. La mitad de la población mundial vive en entornos urbanos y se estima que dentro de dos décadas la cifra aumentará a casi el 60% de la población, es decir 5 mil millones de personas. Esto significa que se necesitará una enorme cantidad de agua para el consumo humano, el saneamiento, la industria y la producción de alimentos. Sólo garantizando el acceso a los suministros de agua potable podrán las ciudades del futuro ser verdaderamente sostenibles.
Hoy es el Día Mundial del Agua y se conmemora este año bajo el lema “Agua para las Ciudades: Respondiendo al desafío urbano”. En verdad, proteger y conservar las cuencas hidrográficas resulta esencial y supone un ahorro de miles de millones de dólares. Los ríos que proveen agua dulce para consumo, los beneficios que generan los bosques de las cuencas hidrográficas y humedales deben ser valorados no sólo por su importancia para la mejora del hábitat y la calidad de vida, sino también como fundamentales para el desarrollo social y económico de las comunidades.
“Muchas de las grandes ciudades del mundo han entendido que proteger los ecosistemas naturales para asegurar el suministro de agua tiene sentido desde el punto de vista económico”, dijo Julia Marton-Lefèvre, Directora General de la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza. “En lugar de talar bosques o drenar pantanos, mantener el buen estado de las cuencas hidrográficas ahorra miles de millones de dólares, ya que no hay que pagar por infraestructuras urbanas costosas para almacenar, depurar o traer agua de otros lugares”, dijo.
En nuestra ciudad, el vertido de aguas residuales sin tratamiento al río Uruguay es algo que no puede admitirse por mucho tiempo más. Y muy poco bien habla de un país que se presenta ante el mundo como “Uruguay Natural” y con una apuesta a la sustentabilidad. Las obras previas a la construcción de la planta de tratamiento de OSE continúan y es de esperar que muy pronto se den los pasos necesarios para comenzar a contar con una instalación que será fundamental para asegurar la calidad de agua del río que nos provee de ella para beber. Aunque aquí no falte, el agua es también para nosotros un recurso vital.