Nacionales | 25 Mar Cuarenta años después de su fundación, el Frente Amplio enfrenta el desafío de adaptar su estructura interna y actualizar su programa, estimaron analistas. Bajo la consigna “40 años cambiando el país”, la coalición conmemora hoy su primer acto de masas, el 26 de marzo de 1971, para lo que contará con el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva como orador principal. Los festejos son precedidos de llamados a la unidad, en medio de un debate sobre la distribución de la riqueza y presiones de algunos sectores para realizar cambios más radicales. A 40 años de su fundación, el Frente Amplio “es un partido que está fuerte”, dijo Daniel Chasquetti, magIster en Ciencia Política. “Pero al mismo tiempo tiene desafíos muy grandes, como el de adaptar su estructura y actualizar su programa, lo que le va a generar conflictos internos muy grandes”.
“El FA del 71 era un partido mucho más recostado a la izquierda”, indicó Chasquetti, recordando que propuestas iniciales como la nacionalización de la banca o la reforma agraria quedaron por el camino. “Algunos creen que ese es uno de los secretos de su crecimiento electoral: moderar su programa permitió que más gente lo termine votando. Entonces el programa es más socialdemócrata y aggiornado a un mundo que cambió”, dijo. Pero la convivencia entre los sectores más radicales y los de centro ha probado ser “fuente de conflictos” e “inoperancias a la hora de gobernar”, estimó. Mientras Mujica advierte de los riesgos de repartir antes de tiempo y busca administrar las contradicciones ideológicas dentro de su partido, el ex presidente Tabaré Vázquez llamó esta semana a “apoyar y defender” al gobierno y pidió luchar “con uñas y dientes para no perder la unidad”. Para Alfonso Lessa, magister en Ciencia Política, “el FA tiene una estructura de poder que responde a una lógica de los años 70”.