Opinion | 27 Mar Aunque el gobierno ha señalado públicamente a través de sus interlocutores y voceros, comenzando por el propio presidente de la República, que este año su prioridad es la educación, la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) afronta un déficit de $384 millones debido a que el Consejo Directivo Central no incluyó el rubro salarios en los proyectos de inversión. Debido a eso no se adjudicaron horas y la capacitación docente deberá aplazarse, según informó el consejero docente Néstor Pereira.
En declaraciones publicadas por Últimas Noticias, el jerarca dijo que los fondos para este año permiten sólo llegar hasta setiembre ya que faltan unos 384 millones de pesos (unos 19 millones de dólares).
El Codicen analizará el próximo martes extraer del rubro asignado a salarios para otros años o de los Fondos de Inasistencia existentes en los consejos desconcentrados hasta que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) asigne lo dispuesto por el artículo 867 o “ventana” del Presupuesto Nacional, que establece otorgar la variación del crecimiento del PBI. Lo primero llevará a gastar antes el dinero disponible, por eso es importante que el Ministerio vuelque esos fondos cuanto antes. Pereira dijo que es importante que “en junio sea asignado, porque así nos daría tiempo para ejecutar los fondos, porque en setiembre ya sería tarde”.
Hasta entonces, hay un déficit de 195 millones de pesos en el Consejo de Educación Inicial y Primaria, afectando parte del rubro cero --salarios-- por lo cual no podrán ampliar la plantilla de trabajadores, ni atender parte de los gastos y los suministros, así como existe dificultad de inclusión académica y se retrasará la capacitación en servicio. En Secundaria faltan 107 millones de pesos, lo que “incidió en que 5.000 horas docentes de tutores y profesores referentes del Programa de Impulso a la Universalización del Ciclo Básico no se pudieron asignar”, aspecto que se traduce en una merma del salario de los docentes porque no se cubrió todo el potencial de horas posibles. Finalmente, en UTU hacen falta 77 millones de pesos.
Aunque el Codicen haya tenido sus razones para no incluir en el proyecto de inversión el rubro salarios --por tanto se construirán nuevos centros, pero no hay docentes, adscriptos, auxiliares de limpieza ni ayudantes de laboratorio--, la situación planteada provoca inseguridades y zozobra, algo que choca de plano con el objetivo de avanzar hacia una mejor calidad de la educación, y por otra parte, afectando directamente a los docentes, pieza fundamental de cualquier proceso de mejora. Es de esperar entonces que los fondos que se reclaman lleguen cuanto antes.