No hay dos sin tres

Deportes | 27 Mar Dice el dicho que no hay dos sin tres. Y el sanducero Mayko Votta se aferró a eso, sabiendo que –más allá de las palabras—sería complicado poder confirmar con hechos el refrán.
Pero el taekwondista sanducero se dio el gusto y en el clasificatorio llevado a cabo en Perú, accedió al pasaje para formar parte de la delegación uruguaya que competirá en los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
La tarea no fue fácil para el deportista de Paysandú, que tuvo un camino complicado en la Categoría Hasta 58 kilos.
Votta comenzó perdiendo ante un representante de Cuba por 4 a 2, “en una pelea pareja que se definió por un descuido mío que aprovechó para conectar en la cara, y esa diferencia permitió al rival aferrarse a una estrategia más defensiva”, comentó el sanducero a EL TELEGRAFO desde Lima.
Así, fue tiempo de esperar en el Repechaje por el ganador de Antillas Holandesas y Honduras. Y como se esperaba, el primero ganó la llave. Este segundo combate del sanducero “fue parejo en los dos primeros rounds, pero en el tercero no aguantó la presión y logré conectarle en la cara, ganando 4 a 2”, dijo Votta.
Esto le permitió al sanducero avanzar una ronda más, sabiendo que si ganaba su próximo combate alcanzaría el objetivo de clasificar a los Juegos. Bolivia, que dejó por el camino a Puerto Rico, era el rival a vencer.
“Al boliviano lo conozco bien y sabía que sería dificilísimo”, explicó el taekwondista celeste.
La decisiva pelea fue extraña, ya que Votta dominó el combate pero al terminar el segundo round perdía por 3 a 1. “El árbitro me descontaba puntos y se los daba a él”, dijo.
Esto motivó a que se cambiara la estrategia, y el planteo ideado por el entrenador celeste, Daniel Lee, fue ejecutado a la perfección por el sanducero. “Más allá de que el árbitro siguió porfiado conmigo, y a que dominé el combate y conecté fuerte arriba, terminamos 5 a 5”.
Así se llegó a la definición por punto de oro, y ninguno de los dos atletas pudo conectar el golpe que le diera la pelea. Por lo tanto, el combate se terminó definiendo por decisión arbitral, y fue Votta el que se quedó con el triunfo.
“Me la dieron a mí, y yo estaba bien seguro que así sería porque se evalúa quién propone más la pelea y va al frente. Y ese fui yo”, dijo el sanducero. “Parece que lo mío es siempre sufrir para conseguir los objetivos, pero se disfruta mucho más cuando se logra”, indicó.