Rurales | 29 Mar La Cámara Uruguaya de Productores de Leche y otras gremiales defendieron las inversiones de nuevas industrias lácteas, porque “el único atractivo genuino que hoy tienen los tamberos es contar con una demanda agregada”. A nivel del Instituto Nacional de la Leche (Inale), se aseguró que se continúa estudiando el planteo y no hay ningún jerarca que haga declaraciones en torno al tema.
A nivel del Inale se conoció que se continúa estudiando el planteo que hizo la Cámara de Industrias Lácteas del Uruguay (CILU), en representación de las empresas ya instaladas, buscando frenar la inversión de la gigante láctea brasileña Bom Gosto.
La industria uruguaya instalada planteó que Bom Gosto tiene prebendas fiscales impositivas que la hacen generar una competencia desleal contra las empresas uruguayas y mostraron temor ante una extranjerización de la industria láctea, como sucedió con la carne y el arroz. Pero también reclamó que la empresa brasileña se haga su propia cuenca de remitentes y no use las instaladas. Esto motivó que la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, al igual que la Intergremial de Productores de Leche (IPL) y la Asociación Rural de San José, salieran a defender el libre mercado.
Horacio Leániz, presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche aseguró que el planteo que está buscando frenar la inversión de la empresa brasileña Bom Gosto “es absurdo”. La institución “aplaude las inversiones en el sector lechero” y asegura que “la industria láctea ya instalada no tiene por qué temerle a esa inversión”. Según Leániz el planteo que hizo el sector industrial, “es absolutamente inentendible, más en momentos en que los productores están buscando un atractivo para incrementar la producción de leche”.
Para la Cámara Uruguaya de Productores de Leche, el único atractivo genuino que hoy tiene el tambero para producir mayor volumen es “contar con una demanda agregada generada por nuevas inversiones en el sector industrial”, ya sea por parte de la industria nacional o de la extranjera. “Aplaudimos esas inversiones porque son el único atractivo que hoy tiene el productor para asegurarse que su producción de leche será absorbida”, dijo a El País.
Lo que más molestó a los productores fue la postura de la industria de pedir en el planteo que Bom Gosto cree su propia cuenca productora de leche. “La cuenca es de los productores, porque las vacas y la leche producida son de cada tambero hasta que la compra la industria”, dijo tajante Leániz. Según su visión, esa concepción de plantear que “cualquier inversión industrial conlleve a una generación de cuenca es absurda y totalmente inentendible”.
Mientras tanto, la Asociación Rural de San José, a través de un comunicado, pidió que “se respete la libertad del productor de vender su producto a la empresa que considere más conveniente”.
También solicitó que, así como se crean nuevas zonas agrícolas, las empresas deberían fomentar nuevas cuencas lecheras, si los precios de la leche lo ameritan.