Opinion | 01 Abr Los temas de portada suelen ser la falta de gas en garrafas, si hubo o no video o imágenes de un presunto grupo militar amenazando la democracia, o las intestinas peleas partidarias de un lado y del otro del espectro político. Entre medio si es necesario o no bajar la edad de imputabilidad, los crímenes cotidianos y el mundo que parece siempre caerse a pedazos, en Libia y ahora también en Japón, mientras el viento sigue desparramando contaminación. Y también hay espacio para las particulares expresiones del presidente Mujica, así como para el fútbol, quinta esencia del ser uruguayo.
Pero más allá de tantos desbarajustes, conflictos y pasiones, hay también otros temas que son de actualidad pero que no alcanzan la misma popularidad noticiosa. Uruguay no es precisamente un país que parezca tener destaque en la ciencia e investigación. Pues conviene aclarar que tan solo parece que no lo tiene, porque sin dudas hay un grupo selecto y notable de científicos en nuestro país, o en otros, que llevan adelante notables avances científicos, muchas veces relegados a las publicaciones especializadas.
En estos días, el Ministerio de Educación y Cultura, en el “Mes de la Mujer” destacó a una docena -nada menos- de grandes científicas mujeres, que se destacan en áreas tan diversas como radiobiología, micología, biología celular o biología citogenética. Por un lado, hay que subrayar el destaque que ha adquirido la ciencia en nuestro país. Y por otro, se asiste a la feminización de la ciencia, no solo aquellas más duras, sino la ciencia entendida como un trabajo riguroso que supone investigación, dedicación y comportamiento académico. Registros oficiales indican que hay una relación de 3 mujeres cada 2 hombres. Del mismo modo, el egreso universitario se da en una proporción de 5 mujeres y 4 hombres, mientras que el Sistema Nacional de Investigación (SNI) cuenta con una proporción similar. Sin embargo, en los niveles más altos del SNI existe una gran minoría de mujeres investigadoras.
No obstante, más allá de cuestiones de género, lo que debe resaltarse es que el talento y la vocación tanto de hombres como de mujeres, y la importancia de las oportunidades que se brinda a las personas para poder desarrollar ese talento, es lo que debe trascender y en lo que debe hacerse hincapié. Obviamente, se precisan todas las visiones a partir de grupos científicos de integración mixta. La investigación científica en Uruguay no es solo un objetivo, es una realidad cotidiana. Más allá de las portadas.