Locales | 06 Abr La etapa inicial del monitoreo del río Uruguay, acordado a través de notas reversales entre Uruguay y Argentina y encomendado a la CARU, tendrá un costo de al menos dos millones de dólares, según lo informado por el presidente de la delegación uruguaya, Gastón Silbermann, al EL TELEGRAFO.
Dicha etapa consiste en el monitoreo de la planta de producción de pasta de celulosa Orión (UPM) en Fray Bentos y la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay. Si bien el proceso previo para la instrumentación de esta tarea está demorado, el Comité Científico Binacional ya presentó el plan de trabajo para la segunda etapa --aunque aún no ha sido aprobado por la CARU--, que será el monitoreo de la calidad de aguas del río Uruguay en toda su extensión en la jurisdicción binacional entre Uruguay y Argentina, que comprende algo más de 500 kilómetros.
“Es algo que llevará mucha dedicación y una erogación importante. Hemos convocado a las prefecturas de ambos países por una cuestión de seguridad, ya que habrá elementos de medición instalados en el río. El tercer plan de monitoreo, que aún no ha sido elaborado, será para controlar los efluentes de plantas industriales, establecimientos agropecuarios y efluentes provenientes de centros poblados existentes a orillas del río o los efluentes vayan a un curso de agua afluente del río Uruguay”, explicó Silbermann.
“Las características del monitoreo fueron establecidas a través de notas reversales entre los gobiernos de Uruguay y Argentina, las que fijan pautas y directivas sobre dicha tarea y establecen la creación de un Comité Científico Binacional integrado por dos técnicos argentinos y dos uruguayos, siendo un órgano subsidiario de la Comisión Administradora del Río Uruguay”, agregó.
COSTOS Y PLAZOS
El presidente de la delegación uruguaya en CARU dijo que “hay un cálculo inicial de dos millones de dólares para la primera etapa del monitoreo, con recursos propios de la CARU, y el compromiso de ambos gobiernos de realizar los aportes correspondientes si fuera necesario”, a la vez que señaló que “nuestros monitoreos comenzarán a medida que se vaya disponiendo del equipamiento” y aclaró que “hay controles que ya se hacen por la Dinama”.
HAY RETRASOS
Las tareas preparatorias de la primera etapa del monitoreo está en marcha, pero “los tiempos se están extendiendo más de lo previsto porque es un proceso complejo, ya que se necesitan elementos y equipos que no hay en la zona y hay que hacer consultas de precios y licitaciones”, dijo el jerarca, quien en las últimas horas reconoció la existencia de una “complicación administrativa” en uno de los llamados a concurso de precios realizados para la adquisición de equipos, la que fue declarada desierta porque ninguna de las nueve firmas que se presentaron cumplían con los requisitos exigidos. No obstante, la CARU aprobó otro llamado para la adquisición de esos equipos, cuya apertura de ofertas será el 15 de abril.
También se trabaja en la coordinación de las tareas que realizarán los laboratorios argentinos, uruguayos y extranjeros que procesarán las muestras de agua ya que “el monitoreo que realizará la CARU está vinculado al agua”.
La creación de nueva infraestructura necesaria, entre las que se incluye “un laboratorio en Fray Bentos y una central de monitoreo en Paysandú, que se construirán en contenedores debidamente acondicionados”, así como el llamado para la contratación a personal técnico para asistir las tareas del Comité Científico, también está en marcha.
El Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) respondió afirmativamente la consulta realizada por el organismo binacional, en cuanto a su posibilidad para hacerse cargo de aspectos logísticos de las muestras. “Las muestras serán extraídas por la Dinama que entrega una al Comité Científico y retiene otra para sus propios estudios. La tarea del LATU sería para acondicionar, preparar y remitir las muestras aunque aún no hay una definición sobre el tema porque no se trató en el plenario de la CARU”, dijo Silbermann.
Asimismo, fueron aprobadas las especificaciones técnicas para la compra de cuatro estaciones completas para monitoreo de calidad de aire, 20 equipos muestreadores pasivos de aire, 4 muestreadores de aire de espuma de poliuretano.
En lo referido a la incorporación de personal se tomarán dos tecnólogos --uno uruguayo y otro argentino-- así como técnico informático y asistentes para los científicos y atención de laboratorios, cuando estén instalados. “No se necesitará gran cantidad de gente pero sí sumar más personal específico”, añadió.