Opinion | 12 Abr Las encuestas coinciden en señalar que aproximadamente el 60% de los uruguayos son sedentarios, aspecto que tiene especial relevancia en un país con una población demográficamente envejecida y que también está teniendo problemas con la obesidad, incluso entre los niños.
Con un porcentaje tan importante de personas que no realizan ninguna actividad física ni deporte, es lógico que las autoridades estén buscando formas de incentivar la práctica de ejercicio y apoyando la reactivación de clubes barriales, que históricamente han sido motores de la práctica deportiva, con gran impacto en la juventud e infancia.
Los ministerios de Economía y Finanzas y Turismo y Deporte redactaron un proyecto de ley que propone exoneraciones impositivas de 82,5% y 64% a quienes financien emprendimientos deportivos. Se busca lograr un incremento de la promoción del deporte en sus distintas ramas, fundamentalmente fútbol y básquetbol mediante la inversión privada.
La iniciativa se encuentra a estudio del Senado y su finalidad es lograr un incremento de la promoción del deporte en sus distintas ramas --fundamentalmente fútbol y básquetbol-- mediante la inversión privada, creando dos figuras para distinguir a los benefactores.
Los mecenas deportivos –“donantes”-- podrán deducir el IVA, mientras que los “patrocinadores” podrán hacer lo propio con el IRAE, de acuerdo al tipo de emprendimiento que apoyen en cada uno de los casos. Los referidos ministerios tendrán la facultad de aprobar o no aprobar, tras haber evaluado la capacidad financiera de quienes aspiren a promocionarlos.
De acuerdo con el proyecto, si quien financia un emprendimiento es un particular, se le concederá el máximo de exoneración previsto en la ley de inversiones: 82,5%. En cambio, si la iniciativa es financiada por una empresa, gozará de una exoneración impositiva de 64%. Los beneficios serán otorgados mediante la devolución de impuestos, al adquirirse bienes o servicios para la promoción del deporte. Se trata de una buena idea, en la medida que establece las reglas de juego para un mecenazgo necesario, incentiva a las empresas en su responsabilidad social e impulsa la práctica de ejercicio físico como factor que ayuda a disminuir los riesgos y a prevenir enfermedades, además de la cuota de bienestar físico y psicológico que experimentan quienes realizan actividad física, lo cual no es poca cosa.