Nacionales | 11 Abr Idea suprapartidaria
Unidad Nacional asumió una postura totalmente diferente a Alianza Nacional, cosa que no debe haber alegrado para nada al senador Jorge Larrañaga. Es que el sector liderado por Luis Alberto Lacalle negociará con Vamos Uruguay su participación en la campaña para recoger firmas para bajar la edad de imputabilidad penal. Según señalaron fuentes a Últimas Noticias, la idea es que el plebiscito no tenga nombre ni apellido.
Los legisladores de UNA analizan la manera de generar “una instancia suprapartidaria” para participar del plebiscito que impulsan los colorados “sin adherirse a la convocatoria”. Quieren que deje de ser “la propuesta de los colorados” y se convierta en una sumatoria de “fuerzas sociales y políticas”. ¿Estará los colorados dispuestos a perder el rédito político que les genera la iniciativa? Desde el Partido Colorado se aseguró que “existe buena disposición para sentarse a conversar”.
Legisladores consultados por el matutino confirmaron que UNA “realizará negociaciones con el Partido Colorado para actuar en forma conjunta”. “Queremos participar de la consulta popular, pero no a través de adhesiones o firmando. Queremos participar de una instancia suprapartidaria para que el plebiscito no sea de Bordaberry o de Lacalle sino del pueblo”, añadieron.
Colorados y blancos todavía no se han sentado a conversar pero desde el Partido Colorado se tomó con satisfacción la posibilidad de “acordar con los blancos”. “Reconozco que la idea de bajar la edad de imputabilidad penal fue manejada con anterioridad por Lacalle”, dijo al matutino el senador Pedro Bordaberry.
“No le hago los mandados”
Mientras tanto, Larrañaga sigue tratando de demostrar que nada lo une al Frente Amplio e insiste en que la campaña a favor de la baja de la imputabilidad es “oportunista”. Entrevistado por El País, Larrañaga indicó que la convocatoria a plebiscito que hizo el senador Pedro Bordaberry para el año 2014 “es una campaña política anticipada”.
Aseguró que logró “movilizar al gobierno con el documento de la multipartidaria el año pasado, donde se aceptó crear el Instituto de Rehabilitación y esa fue una iniciativa que presentaron los diputados del partido en el año 2006”. “Y ahora, porque no estoy a favor de la recolección de firmas para bajar la imputabilidad se me asimila a tupamaros, socialistas y comunistas por parte de algún sector del Partido Colorado. Para la izquierda soy golpista; para algún sector colorado soy tupamaro, comunista y socialista. Es un poco aquello que decía Wilson Ferreira: ‘no soy de izquierda ni de derecha, soy blanco’. Yo contesto de la misma forma: ni golpista, ni tupamaro, soy blanco”, acotó.
Larrañaga admitió que los menores infractores generan miedo en la población: “Es un problema grave que mucha gente asocia con la adolescencia infractora, eso es entendible. Por eso comprendo que la gente pueda firmar, lo que sostengo es que una campaña de recolección para convocar a un plebiscito con alguna medida para 2015, no es una solución. Lamentablemente se trata de una campaña política anticipada. Tengo derecho a pensar eso y no es que proteja a los menores infractores o que le haga mandados al Frente Amplio. No soy ni mandadero del Frente, ni una hoja al viento que va al influjo del grito de algunos. Yo apoyo lo que considero que está bien, lo que está mal no lo apoyo. Esta es una campaña oportunista”.
“Pequeño gran escollo”
El senador opina que, más allá de las firmas, la posibilidad de un plebiscito enfrentará un gran obstáculo. “Si la gente quiere pronunciarse está en el legítimo y democrático derecho de pronunciarse. Es más, si se consiguen las firmas y se quiere habilitar una consulta popular antes del 2014 recorriendo algún mecanismo establecido en la Constitución para convocar a un plebiscito, no vacilaríamos en firmar. Hay un pequeño enorme escollo, es que cualquier instancia de una ley constitucional para un plebiscito anticipado requiere de los votos del Frente Amplio”, dijo.
Borrón y cuenta nueva
Y siguiendo con los blancos, después de muchas idas y vueltas, análisis y culpas ajenas, el Partido Nacional prefirió hacer “borrón y cuenta nueva” sobre el resultado de las pasadas elecciones y decidió promover una planificación estratégica que enfatizará en prestar oídos a sus adherentes que se desempeñan en organizaciones de la sociedad civil y en personas ajenas a la política, según informó La República. Esto fue acordado en un “retiro deliberativo” de la dirigencia nacionalista, que se reunió en un hostel de San José con la presencia de los líderes Lacalle y Larrañaga.
La conclusión fue clara: “los dirigentes tenemos que tener estrategias de partido, más que de sector”. Y se enfatizó en empezar a incorporar en futuras jornadas a adherentes del partido representativos de la sociedad civil y no dirigentes políticos, de acuerdo a lo informado por Rodrigo Goñi, director de la Corporación Nacional para el Desarrollo.