A 10 días de la ocupación

Locales | 12 Abr Los obreros de la empresa Río de la Plata que trabajan en la construcción del nuevo edificio de la Escuela 58 de Esperanza y la comunidad del poblado, se movilizaron ayer hasta la Inspección Departamental de Escuelas para reclamar su urgente intervención en la obra, puesto que, según aseguraron, no está realizándose correctamente y las condiciones de trabajo son deficitarias.
Mientras los 69 alumnos continúan tomando clases en un salón comunal cedido por la Intendencia, los obreros mantienen la ocupación iniciada el 30 de marzo. Los trabajadores sindicalizados --acompañados por vecinos y padres de los alumnos-- se presentaron ante el inspector departamental de Educación Primaria, maestro Arturo Cabral, para solicitarle la intervención de la dependencia educativa a través de sus arquitectos.
En primera instancia los obreros acamparon en el predio donde se construye el futuro edificio escolar, medida que mantienen desde hace más de un mes al no recibir respuestas de la patronal de Río de la Plata.
Damián Gallardo, delegado de obra, aseguró que “no ha habido ningún avance en la negociación con el Ministerio; estamos como el primer día que paramos. Seguimos sin ningún aporte de la empresa, y seguimos sin ninguna respuesta de ANEP, que ya tendría que entrar a escucharnos porque es responsable en definitiva de la obra”.
Mala construcción
Por su parte, Miguel Acosta, secretario de organización del Sunca, indicó que han tenido tres instancias en el Ministerio de Trabajo, pero que las respuestas no llegan. Acerca de la obra, construida en un 35% --según se informó-- dijo que mediante una inspección de trabajo constataron “la cantidad de problemas que tiene”. Sin embargo, entienden que esta inspección pierde valor al haber sido realizada cuando la obra ya estaba ocupada, no pudiéndose registrar en acta. Acosta aseguró que “los inspectores que fueron nos plantearon que esta obra ni bien se reabra y haya una nueva inspección del Ministerio de Trabajo, se cierra, porque no tiene ninguna seguridad la maquinaria que está trabajando, no tiene protectores; en el tema de la electricidad no tiene lo básico que es una llave salvavidas para cualquier cortocircuito, los cables están por el suelo, las instalaciones mal armadas; dijeron que las columnas tenían peligro de derrumbe”. Además “hay un par de vigas que están fuera de plomo”, acotó Gallardo. “Han renunciado dos arquitectos directores, porque no se seguían los planos y de eso es responsable la empresa y el capataz”, dijo el secretario de organización.
Apoyo del Pueblo
Con pancartas en mano, haciendo sonar una campana y percutiendo tarrinas, los representantes de pueblo Esperanza también se acercaron a la Inspección de Escuelas.
“Estamos acá porque nuestros niños tienen sus derechos y nosotros los queremos hacer valer; no les estamos brindando el mejor espacio edilicio y sabemos que eso no es bueno para su salud psíquica.
Nosotros hace 20 años que le donamos el terreno a Esperanza y ahora empezamos la edificación. Sabemos que tenemos 1.108.000 dólares para gastar y estamos haciendo una mala estructura, me parece que nuestros niños no se merecen esto”, dijo Gloria Oviedo, vecina de Esperanza.
Por su parte, Sonia Canale, presidenta de la comisión de fomento, se refirió al salón comunal diciendo que “tiene humedades; hay goteras, solo cuenta con dos baños para todos los niños, los maestros, el auxiliar, profesor de educación física y los niños. Los más chiquitos se orinan en los pasillos, porque no pueden esperar. Nosotros queremos una solución”.
Los salones --explicó-- están divididos por mamparas y no hay un lugar donde se pueda brindar la copa de leche, por lo que la merienda se toma en las aulas. Por otra parte, en el edificio en construcción las paredes externas están levantadas, pero “falta llegar a las caídas para luego poner el techo”, y además resta “hacer algunas divisiones, cancha multiuso, zanjeado, cercos, techado, aberturas, emplaquetado y gran parte de la sanitaria.
“Era una expectativa que teníamos todos de este año inaugurar la escuela y es como que se juega también con los sentimientos de los niños, que tienen la ilusión del local nuevo”, finalizó Canale.