Censo lechero en
Paysandú y Río Negro

Rurales | 17 Abr Más de un 80% de la población de productores lecheros encuestados recientemente por el Consorcio Regional de Innovación (CRI), “está diciendo en realidad que no está pensando en cambiarse de rubro y pretende seguir con la lechería como actividad principal”, señaló a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste.
El reconocido profesional, docente y técnico de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, se refirió al trabajo realizado por la alianza público-privada conformada por Claldy, PILI, LATU, INI y la Udelar, quienes conformaron oficialmente días atrás el Consorcio Regional de Innovación de la Cadena Láctea del Litoral.
El censo se instrumentó en conjunto entre la Universidad de la República y las empresas –PILI y Claldy en la región--, “quienes facilitaron el acceso y avisaron a los tamberos”.
Chilibroste explicó que “apuntamos a evaluar muchas variables cualitativas; aparte de la educación, edad, etcétera, todo lo vinculado a expectativas a nivel de capacitación, dónde ven los problemas y dónde ven las oportunidades, si quieren seguir en la lechería o quieren hacer otra actividad, por qué son lecheros y no hacen otra actividad. Entender un poco más la cultura y el posicionamiento y cómo toman decisiones”.
Sobre lo positivo del trabajo llevado adelante recientemente, indicó que hay productores lecheros “muy buenos, con tradición y cultura de productor lechero y que tienen una visión positiva del desarrollo del rubro en los últimos cinco o seis años y que ven muchas posibilidades de mejora”. De todas maneras, puntualizó, que entre las malas noticias se encuentran “los problemas en el recambio generacional y huecos en la capacitación. No siempre hay buen acceso a los servicios para hacer las actividades que requiere la lechería y no se sienten rodeados de soporte institucional para el desarrollo que tienen que hacer”. Sostuvo que la lechería se “complejiza” cada vez más. “Si se orienta a un sistema que tenga un nivel de mecanización alto y que haga uso de mano de obra pero cada vez más calificada e inteligente, con capacitación y acceso a la informática, pero que también sea un medio de vida interesante, ahí las posibilidades son mucho mejores”, dijo.
Expectativas
Por su parte Laura Piedrabuena, indicó a EL TELEGRAFO que “con la realización del censo se pretendía saber qué expectativas tienen, sobre todo pensando que hay muchos tambos que están cerrando, por un lado fruto de la competitividad de los otros rubros, como ser la agricultura y la forestación, que en esta zona y la de Young es bastante fuerte”.
Por otro lado se aprecia que “no hay una nueva generación que tenga expectativas de continuar en la lecheria. La segunda generación de tamberos de 50 a 60 años no tiene una reposición y por eso muchas veces se cierran los tambos, porque no hay quien lo continúe”.
En el trabajo efectuado en 2009, se relevaron 161 productores, de unos 230 que habían en ese entonces, implicando el trabajo de unos 22 encuestadores.
Se observó a productores que “se les dificulta el tema del arrendamiento y donde la competencia con otros rubros genera rentas altas que muchas veces no son posibles de cubrir por la lechería”. Agregó que por otro lado se está dando, que muchos productores “se diversifican. Tratan de dar en arrendamiento algunas áreas para agricultura o en forma de medianería, incorporando otro rubro para poder sobreponerse a los altos y bajos del precio de la leche que en los últimos años ha tenido bastantes vaivenes”.
conjunto
Respecto al CRI enfatizó que “años atrás veíamos que existían proyectos en conjunto, propuestas para hacer cosas en conjunto, pero no institucionalidad que rodee el proceso de desarrollo de los productores”.
Entiende que “es fundamental reconocer que existen problemas y se deben analizar”. Recuerda “lo realizado en su momento, cuando era presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), consultando a técnicos reconocidos del exterior, como de Australia y España y vimos que la figura del Consorcio podía ser interesante para explorar en el marco de las normas jurídicas de Uruguay para poder trabajar en conjunto pero en un ámbito formal y no solo para un proyecto a término, sino un programa de desarrollo que está orientado a atender el desarrollo sustentable de la lechería en el litoral norte”.
Agregó que “una vez que nos decidimos a trabajar juntos, uno de los primeros aspectos era saber dónde, cómo y en qué condiciones están los productores. Qué opinan, qué piensan, qué condiciones tienen y si bien tienen sus organizaciones gremiales que las representan, también es bueno tener todo el mapeo de toda la masa de productores”. De ahí, surge el censo.