Rurales | 20 Abr Las lluvias del fin de semana vinieron realmente muy bien para potenciar el crecimiento del pasto así como para asegurar la adecuada instalación de los verdeos y pasturas sembradas, según señaló a Conexión Agropecuaria el ingeniero agrónomo Luis Martínez, asesor en el departamento de San José.
En los verdeos se viene dando una implantación exitosa --a excepción de aquellos sembrados muy temprano que, por falta de agua, sufrieron pérdida de plantas--, por lo cual con las avenas y raigrás va a haber un buen soporte a la producción a través del pastoreo.
Como práctica general, Martínez recomienda considerar la fertilización nitrogenada para adelantar el ingreso de los animales además de incrementar la productividad de los cultivos. Es importante considerar que con los actuales niveles de precios, una respuesta de tan solo seis kilos por materia seca por unidad de nitrógeno aplicada con un 50% de utilización, estaría pagando el costo de aplicar nitrógeno teniendo en cuenta que las respuestas citadas por varios trabajos de investigación hablan de niveles de respuesta bastante más altos.
En lo que tiene que ver con la alimentación, la idea es potenciar al máximo el nivel productivo del ganado recurriendo a una fuerte utilización de suplementos tanto energéticos como proteicos, sostuvo el técnico. En particular, ya hay un número importante de vacas recién paridas y hay que hacer el máximo esfuerzo para lograr un buen estímulo nutricional en el animal, de modo que resulte en una mejor respuesta productiva tanto en lo inmediato como en lo que refiere a respuesta residual. Esto implica formular dietas fuertemente concentradas desde el punto de vista energético y proteico, considerando un correcto balance de ambos componentes. Hasta el momento el aporte de la pastura es muy bajo pero comenzará a mejorar en la medida que se puedan comenzar a pastorear los verdeos, hacia fin de mes o comienzos de mayo.
Martínez puntualizó además que el sector está haciendo fuertes inversiones en mejorar los procesos operativos de los tambos, como salas de ordeñe más amplias, con mayor número de órganos, playas de alimentación y maquinaria para mejorar la distribución y mezclado de alimentos. Estas inversiones, además de acelerar los procesos, aumentan la productividad de la mano de obra, hoy por hoy un recurso escaso.