Con un presupuesto de
1.000 millones de dólares

Locales | 18 Abr El Ministerio de Vivienda apuesta a llegar al final del quinquenio con más de 100.000 intervenciones en viviendas, lo que implica tanto la construcción de viviendas nuevas como los préstamos y subsidios. Para esto, cuenta en el período con un interesante aumento presupuestal, puesto que pasó de 545 millones de dólares en el período anterior a casi 1.000 millones de dólares en el actual, lo que representa un 2,5% del Producto Bruto Interno (PBI).
“Es una cifra importante aunque transformándolos en ladrillos no es el doble del quinquenio anterior sino aproximadamente un 30% más”, dijo el subsecretario del MVOTMA, arquitecto Jorge Patrone, al referirse a la evolución del dólar y el aumento de los costos de la construcción.
En diálogo con EL TELEGRAFO el jerarca informó que en el 2010 el Ministerio realizó 8.000 intervenciones en materia de vivienda, lo que incluyó la construcción de unas 3.300 nuevas, tratándose el resto de préstamos y subsidios.
“Creemos que es insuficiente de acuerdo a lo que aspiramos y este año queremos triplicar el número de intervenciones para llegar a final del quinquenio en más de 100 mil”, afirmó. Consideró fundamental la aprobación del proyecto de ley de promoción de la inversión privada en viviendas de interés social, actualmente a estudio de la comisión correspondiente en el Senado. “Queremos que la industria de la construcción, que genera 50 mil puestos de trabajo, no decaiga pero también que los inversores no sólo vean al cliente de la rambla de Pocitos, Carrasco o Punta del Este. Para eso, estamos impulsando este proyecto de ley, con incentivos a la inversión privada en viviendas de interés social, lo que incluye las cooperativas y fondos sociales”, explicó.
ATENDER A TODOS
En lo que refiere a las líneas estratégicas de la política nacional de vivienda, Patrone señaló que en este período el objetivo es “lograr una transformación de la calidad de vida de los uruguayos”. “En el período pasado la tarea fundamental fue reconstruir el sistema público de viviendas, ahora debemos atender no solo a los sectores más críticos sino también al resto de la población”, dijo.
“Programas como el PIAI y el Plan Juntos --que espera la aprobación parlamentaria pero que está desarrollando algunos pilotos en algunas zonas del país-- serán cumplidos atendiendo a las realidades locales porque no es lo mismo un asentamiento en Paysandú, Las Piedras o el Cerro de Montevideo y esas características propias hay que tenerlas en cuenta. Sin embargo, además de estos segmentos, los planes y líneas estratégicas de vivienda tienen que atender al resto de la población, que se mueve en el circuito más formal, que tiene características distintas de la población de sectores más críticos, ya que esta última posee un componente informal en lo que respecta a los ingresos y carece de capacidad de ahorro, acceso a la garantía o el crédito”.
“Sin embargo, hay un sector de la población que tiene ingresos fijos pero como son insuficientes para su sustento también tiene dificultades para el acceso a la garantía y el crédito. Para ellos estamos priorizando programas de fondos de garantías de alquileres y subsidios. También hay otros programas para sectores de la población que su ingreso le permite absorber determinadas cuotas”, explicó el subsecretario. Patrone también llamó la atención sobre el impacto de las modificaciones de la composición familiar de la población en Uruguay en los últimos años y su impacto en la necesidad de viviendas.
“La familia tradicional uruguaya desapareció, las familias se han disgregado y también debemos atender a la gente joven y la tercera edad y eso hace que se multiplique la demanda de una manera extraña para un país que no crece demográficamente. Tenemos la curiosidad de ser un país con 3 millones de habitantes como hace años pero seguimos teniendo déficit de viviendas. Existe la necesidad de aumentar su cantidad a pesar que no ha crecido la población”, señaló.